El inmigrante sin contrato fallecido en una balsa de Épila eleva a nueve las muertes en accidente laboral
ZARAGOZA. La última muerte, la de un inmigrante joven sin contrato. Perdió la vida ahogado el pasado 20 de marzo cuando realizaba labores de mantenimiento en una balsa de riego en Épila. Que su muerte no quede impune, pedían los sindicatos ayer en la calle. Y recordaron en esta nueva protesta el mayor control y vigilancia que requieren los sectores de actividad con mayor número de accidentes como la construcción o el campo, pero también el resto, porque en muchos de ellos están fallando las medidas de prevención.
«Ha fallado todo. La persona fallecida es un joven senegalés de 26 años, sin contrato, doblemente explotada, que había venido aquí a encontrar trabajo y no a encontrar la muerte», denunció Luis Clarimon, responsable de Seguridad y Salud Laboral de CC. OO. en la nueva protesta, convocada junto a UGT en el paseo de la Constitución para criticar que suman ya nueve los muertos por accidente laboral en lo que va de 2024 y que hay que frenar antes de que sea tarde la deriva que en incremento de víctimas mortales por esta causa registró 2023.
Este sindicalista y su homólogo en UGT, José de las Morenas, criticó que pese a no tener contrato laboral, «este joven llevaba más de un año trabajando con El Paso S. L., empresa agraria de Épila, con lo que hay un doble problema y la Fiscalía de oficio lo llevará a los tribunales». Y criticaron que se esté ante «una situación irregular con muerte en accidente de trabajo». Asimismo, anunciaron que como sindicatos presentarán una denuncia para que al menos la familia del fallecido pueda cobrar una indemnización.
Y reclamaron que se ponga en especial vigilancia el sector agrario, donde se producen bastantes accidentes laborales, junto a la construcción y otros sectores.
Por este joven y los ocho más muertos en accidente de trabajo, UGT y CC. OO. volvieron a guardar un minuto de silencio frente al paseo frente al monumento a la Constitución, donde leyeron un manifiesto pidiendo ‘¡Basta ya! Ni una muerte más en el trabajo!’.