Feijóo se decide por Alejandro Fernández para sacar al PP del ostracismo en Cataluña
Opta por la continuidad de su barón territorial evitando una fractura interna a menos de dos meses de las autonómicas
MADRID. Alberto Núñez Feijóo ha deshojado la margarita y finalmente no hará cambios en Cataluña. Alejandro Fernández será su apuesta para competir con Salvador Illa por el voto constitucionalista y sacar al PP del ostracismo en la comunidad, pese a las dudas expresadas en las últimas semanas por la dirección nacional y tras fracasar el intento de los populares de absorber a Ciudadanos. Ahora será el comité electoral autonómico quien propondrá al presidente del partido en Cataluña como cabeza de lista de cara para el 12 de mayo.
La decisión llega después de un largo debate interno y apenas unas horas después de que ambos se reunieran cara a cara en la sede nacional de Génova. En ese encuentro, Fernández trasladó a su jefe de filas su «disposición» a ser el candidato del PP a la Generalitat frente a los intentos de la cúpula de explorar una figura alternativa. Aunque la opción de su designación ganaba enteros con el paso de los días, la dirección nacional postergó hasta ayer el anuncio asegurando que antes finalizaría «la consulta con los principales activos del partido en Cataluña».
El apoyo de las bases del PP y de las principales organizaciones constitucionalistas en esta comunidad, junto a la precipitación de la convocatoria electoral, han permitido a Fernández salvar su candidatura, que ahora se someterá a la consideración de una junta directiva autonómica. Esta se celebrará hoy en Barcelona con la asistencia de Feijóo y en ella también se propondrá a Dolors Montserrat, líder de la delegación europea –y uno de los nombres que sonaban como alternativa a Fernández– como presidenta del comité de campaña. Un movimiento con el que la dirección nacional se asegura el control del proceso electoral. En los próximos días –la fecha tope es el 8 de abril– se conocerá el resto de integrantes de las listas.
Feijóo había postergado la decisión sobre el liderazgo del PP catalán hasta después de las europeas, en las que aspira a dar la puntilla a Pedro Sánchez tras su incontestable victoria en Galicia. Confiaba, en todo caso, en poder asentar las bases de su proyecto para Cataluña antes de tener que elegir su cabeza de lista. Pero la decisión del president Aragonès de apretar antes de tiempo el botón rojo le ha obligado a acelerar su hoja de ruta. Aunque la intención del líder de la oposición era la de optar por un recambio, la convertirla en la nueva líder del PP catalán. Las mismas intenciones que tenía para él Alberto Núñez Feijóo hasta que Pere Aragonès se interpuso. El adelanto electoral y el apoyo recibido en estas semanas de las bases del partido y de las principales organizaciones constitucionalistas han otorgado a Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) otra vida política extra.
Hijo de familia obrera amenaza de Fernández de plantar batalla y el sentir mayoritario en la formación de que ir al choque resultaría perjudicial a dos meses de los comicios han llevado a Feijóo a desistir de sus planes.
Contra los devaneos con Junts «Hoy es un día para dar las gracias de todo corazón: a mi partido, a mi presidente Núñez Feijóo y a todas las personas que me habéis apoyado con tanto cariño», escribió Fernández en las redes sociales tras conocerse su candidatura. Atrás quedan ya los encontronazos con la dirección a cuenta de los devaneos con Junts. El cierre de filas es total y no hay duda de que el político catalán se someterá a las directrices de Génova ante una campaña en la que Feijóo será el candidato oficioso. Con la elección del político de Tarragona, los populares cierran un proceso complejo donde, además del perfil del aspirante, se han tenido en cuenta las relaciones con la cúpula y las buenas expectativas de crecimiento electoral. El objetivo, insisten en Génova, es armar «una candidatura fuerte» que permita la recuperación del PP como formación de referencia del constitucionalismo al interpretar que el PSC ha abandonado ese marco «al convertirse en muleta del independentismo». con raíces asturianas, desde niño tenía claro lo que quería ser. Al cumplir la mayoría de edad no dudó en cursar Ciencias Políticas y de la Administración en Barcelona.
Amante del rock y fanático de Margaret Thatcher, Fernández se afilió en 1994 a Nuevas Generaciones aunque no fue hasta 2003 cuando dio sus primeros pasos públicos, como edil en el Ayuntamiento tarraconense.
Desde allí encarriló su carrera hasta que 15 años después asumiría el reto de liderar un PP muy debilitado tras la victoria en las urnas de Ciudadanos en 2017. Convertido en azote del independentismo desde el Parlamento catalán, su estreno como candidato a la Generalitat no acompañó sus dotes para la refriega retórica. Obtuvo tres escaños, que podría ahora cuadruplicar.