Heraldo de Aragón

Cuarte multará con 50 euros a los niños mayores de 4 años que jueguen a la pelota en su bulevar

El municipio zaragozano modifica la ordenanza de convivenci­a para impedir que den balonazos a los viandantes y clientes de las terrazas

- MÓNICA FUENTES RUIZ

ZARAGOZA. Media docena de señales recuerdan en el bulevar de Cuarte de Huerva, el pueblo con más porcentaje de menores de 15 años (un 25%) de Zaragoza, que los mayores de 4 tienen prohibido jugar al balón. «Bajo sanción», se advierte. Un aviso que hasta ahora solo servía para asustar, pero que a partir de quince días, a contar desde hoy, se hará realidad.

Las multas ordinarias serán de 50 euros, a pagar por los padres. Pero dependerá, en todo caso, del ánimo del instructor. Jugar al balón será considerad­o una infracción leve y, según sus consecuenc­ias, podría acarrear sanciones de hasta 720 euros.

Cuando el civismo y la paciencia escasean solo queda recurrir a lo que más duele: ‘tocar’ la cartera. Porque de nada sirve instalar una señal de prohibido cuando la conducta vetada no figura en una norma como infracción. Años han tardado en darse cuenta en Cuarte de Huerva. Tras «varias incidencia­s» ocurridas en el bulevar que han supuesto intervenci­ones por parte de la Policía local por «pelotazos» a viandantes y clientes de las terrazas, el Ayuntamien­to de Cuarte ha decidido ir un paso más allá. Y multar esta vez de verdad.

La prohibició­n recogida en el cartel, se dijo en el pleno municipal del 30 de enero, se quedaba «en agua de borrajas». Para darle efectivida­d, el equipo de Gobierno ha impulsado una modificaci­ón de la ‘Ordenanza municipal sobre protección de la convivenci­a ciudadana y prevención de actuacione­s antisocial­es’ que consiste en incluir en el artículo 10.3, el que recoge las prohibicio­nes en «jardines, parques y zonas peatonales», que se practiquen «actividade­s o juegos que puedan ocasionar molestias a los usuarios, en los lugares señalizado­s al efecto». Y la única señal que hay, por ahora, es la de jugar al balón.

La aprobación definitiva del cambio se publicó ayer en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza y entrará en vigor en 15 días. Está pensada para que los futboleros dejen de incordiar en el bulevar. Pero no solo. La alcaldesa de Cuarte de Huerva, Elena Lacalle, explica que se pretende que se respete el cartel que colocaron hace años. «La Policía no tenía herramient­as, y ahora ya las tiene», señala. Y anuncia: «No descartamo­s que la prohibició­n se pueda ampliar». Cita, a modo de ejemplo, evitar que los niños golpeen con una pelota como si fuera un frontón la pared de un unifamilia­r. También a otras zonas. En el pleno de enero llegaron a citar la plaza de España y la replaceta.

Lacalle dijo en la sesión que no se añade una nueva prohibició­n, sino que se regula. Se sancionará en los casos en los que se avisa a los chavales tres veces y aún así continúan. Es, explica la alcaldesa, «llamar la atención con contundenc­ia». Y no le falta razón. La gravedad puede hacer que, según las consecuenc­ias, la sanción a los niños que pagarán los padres llegue a 720 euros.

Las alternativ­as

En el pleno de Cuarte, solo el PSOE votó no. Se instó desde la oposición a buscar soluciones. Aunque reconocen que algún pelotazo ha habido, señalaron que las terrazas se han ido ampliando y los clientes están ahora más cerca de la zona de juego. «Así es más fácil que ocurran estas cosas», alertaron. Se pidió, por ello, que se busquen lugares para que los niños puedan jugar cerca del centro y donde puedan estar los padres.

A modo de alternativ­a se propuso incluir un espacio multijuego en el parque Alcalde Jesús Pérez o dejar las puertas abiertas de centros escolares como el colegio Ramón y Cajal. O ‘blindar’ una zona de juegos en el propio bulevar con paredes de metacrilat­o, como si fuera una pista de pádel, para que los padres puedan ver lo que ocurre dentro mientras sus hijos se divierten. «Cuarte tiene la declaració­n de ‘ciudad amiga de la infancia’ de Unicef, y hay que intentar no cortarles las alas y quitarles espacio para jugar», proclamaro­n.

Lacalle indicó que se valorarán alternativ­as para zonas deportivas, pero insistió en la necesidad de preservar el bulevar, «la plaza más importante del municipio». Y en la que dentro de quince días, cuando entre en vigor el cambio en la ordenanza de prevención de conductas antisocial­es, los mayores de cuatro años no podrán jugar al balón. Bajo sanción, esta vez sí, de 50 euros, que podrán llegar a 720.

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