Jotas, misa y subidas al mallo en Monzón, Barbastro y Binéfar
Miles de personas acudieron a las tradicionales romerías que se celebran del Lunes de Pascua en La Alegría, El Pueyo y San Quílez. La jornada, que empezó temprano, transcurrió sin incidentes.
LMonzón vivió ayer uno de sus días más grandes y populares, el de la romería a la Virgen de La Alegría como cada Lunes de Pascua y que atrae a miles de personas hasta el templo -también los vecinos de Pueyo de Santa Cruz-.
El camino del romero registró una gran animación desde las 8.00. Allí estuvo el alcalde, Isaac Claver, y el concejal de Fiestas, Jairo Sánchez, quienes junto a los voluntarios del Patronato de Festejo repartieron los 500 sombreros de paja, la novedad este año, así como magdalenas y vino para coger fuerzas en el arranque del recorrido.
Ya en la ermita se sirvió longaniza, pan, roscón, refrescos y vino como almuerzo a todos los peregrinos que llegaron a la explanada. Allí tuvieron lugar las tradicionales jotas, con Aires Monegrinos, mientras que en el templo se celebró misa a las 9.00, 12.00 (oficiada por el obispo de la Diócesis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez) y 19.00. Como es habitual, se formaron largas colas para saludar a la Virgen en el camerín de la ermita.
El Ayuntamiento habilitó autobuses para facilitar el desplazamiento desde Monzón al santuario a quienes tenían movilidad reducida. Las dos explanadas acondicionadas para aparcamiento estaban al completo. La jornada transcurrió sin incidentes, con la presencia de Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil.
El Lunes de Pascua se inicia el periodo de romerías a la Virgen de la Alegría, cuyo origen, según explica la asociación del mismo nombre, que se encarga de su mantenimiento y cuidado, «se remonta al encuentro de la imagen por unos pastores que le dieron el nombre de La Alegría». La tradición habla de la profunda devoción de Jaime I a esta Virgen. De esta tradición, entre otros temas, tratan las vidrieras que adornan el santuario.
El Pueyo
El Pueyo de Barbastro inició ayer el periodo de romerías de los pueblos del Somontano y parte de la comarca de la Hoya hasta este santuario, donde moran los monjes del Instituto del Verbo Encargado. Ellos recibieron a las 12.00 a la comitiva formada por autoridades, vecinos de Barbastro y Berbegal y la junta de cofradías de Semana Santa.
Desde el portal del Sol se ascendió al monasterio rezando el rosario y a los pies del templo se desarrolló el saludo del ‘beso de las tres cruces’ (representativas de El Pueyo, Barbastro y Berbegal). Después se celebró la ceremonia, seguida del saludo a la patrona de la ciudad y la diócesis.
Policía Local y Protección Civil velaron por el buen desarrollo de la romería, que finalizó con un vermú que, como es tradicional, costeó el Ayuntamiento barbastrense.
San Quílez
También ayer, los binefarenses disfrutaron de una romería multitudinaria junto al templo de San Quílez, como cada Lunes de Pascua y organizada por el Ayuntamiento de Binéfar, en colaboración con las peñas. Los participantes se concentraron en la plaza España para caminar hacia el templo a las 9.30 con el sonido de la charanga local Los Helvéticos.
Se habilitó un autobús gratuito desde las 8.30 hasta las 14.00 para acercar a los romeros a la ermita. Un vehículo adaptado de Cruz Roja acompañó a las personas con movilidad reducida.
Hinchables o un toro mecánico, así como los juegos preparados por el grupo Scout de Binéfar hicieron las delicias de los más pequeños. Los jóvenes se afanaron en subir al mallo y tocar la campana colocada en el extremo más alto junto con el jamón como premio.
Las peñas ofrecieron bocadillos. El concejal de Actos Populares y Festejos, César Pardos, señaló que «es un día de fiesta local en el que nos encontramos con gente de nuestro pueblo que ha ido a vivir a otros lugares, es una jornada de reunión que disfrutamos mucho».