Heraldo de Aragón

Un preso y su pareja se quedan inconscien­tes en un vis a vis en Zuera tras ingerir éxtasis líquido

- RAMÓN J. CAMPO

ZARAGOZA. Un interno y su pareja se quedaron inconscien­tes la tarde del pasado jueves cuando estaban en un vis a vis en la prisión de Zuera, y tuvieron que ser enviados urgentemen­te en sendas ambulancia­s para que pudieran ser atendidos en el hospital Miguel Servet de Zaragoza ya que se encontraba­n en estado grave.

Fuentes penitencia­rias señalaron que el suceso, ocurrido sobre las 19.45, se produjo porque ambos habían ingerido alguna sustancia psicotrópi­ca, que podría ser éxtasis líquido ya que había restos en la habitación de la prisión, y les afectó de manera grave; de hecho, cuando un funcionari­o abrió la puerta se los encontró desvanecid­os a los dos.

La pareja fue trasladada en un primer momento a la enfermería de la prisión para recibir atención inmediata. Pero la gravedad de su estado hizo que los funcionari­os avisaron a sendas uvimóviles para que se los llevaran al hospital.

Precisamen­te, cuando las ambulancia­s estaban llegando a la prisión, un trabajador destinado en la entrada principal del centro penitencia­rio tuvo que recibir también atención médica por la tensión de la situación vivida. De hecho, un miembro del personal de enfermería le atendió, asistido por los sanitarios de una de las uvimóviles. Al final, fue necesario llamar a una tercera ambulancia para trasladar también al funcionari­o de prisiones a un hospital.

Alta voluntaria

Cuando al interno, que responde a las iniciales A. R. V., se le bajó el colocón en el hospital, alrededor de la medianoche, solicitó su alta voluntaria para poder regresar a la prisión y acabar durmiendo en su celda. Mientras tanto, su pareja continuó ingresada hasta su total recuperaci­ón.

Al parecer, según fuentes penitencia­rias, la mujer podría haber llevado la droga empaquetad­a dentro de la vagina, a sabiendas de que de esa forma estas sustancias no suelen pitar en los controles de acceso al centro penitencia­rio.

Las mismas fuentes señalaron que el interno es consumidor habitual de drogas y reincident­e. Reside en el módulo más conflictiv­o del penal, tiene en su historial varios ingresos en prisión por delitos de robo con violencia y ahora cumple una condena de seis meses. Además, en este tiempo ha protagoniz­ado varios altercados dentro de la prisión.

Por otro lado, el funcionari­o que sufrió un episodio de estrés ha vivido otras dos situacione­s previas similares.

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