El Atlético acude con ventaja a Dortmund
DORTMUND. En el fútbol, un deporte marcado por los estados de ánimo por excelencia, una victoria importante puede tener un sabor agridulce. Fue el caso del triunfo por la mínima del Atlético de Madrid ante el Borussia Dortmund, que le permite afrontar en ventaja la resolución de la eliminatoria en Alemania, pero que supo a poco después de una primera parte de dominio absoluto colchonero y un final en el que los hombres del Cholo Simeone incluso acabaron pidiendo la hora ante el empuje germano.
El 2-1 puede ser una renta capital, pero mantiene en vilo a los atléticos a tenor del escenario a visitar, el imponente Westfalenstadion, hoy Signal Iduna Park por motivos de patrocinio. Se trata de uno de los estadios de fútbol más grandes de Europa desde las sucesivas remodelaciones que en los años noventa, gloriosos para el Borussia, dieron origen al mito del ‘Muro Amarillo’, ese fondo sur con capacidad para 25.000 seguidores en el que el partido se sigue siempre de pie, con camiseta y bufanda amarillas, lo que dota al recinto de una atmósfera casi sin parangón en todo el Viejo Continente.
El factor ambiental juega a favor del equipo alemán, que frente a la inferioridad técnica que delató el duelo de ida en el Metropolitano cuenta con la fortaleza física que le permitió recomponerse en Madrid hasta hacerse dueño del partido en el tramo final. En el corazón de Alemania, como demuestra el nombre de Borussia, referencia en latín al antiguo estado de Prusia, el Dortmund prepara su respuesta a lo ocurrido hace menos de una semana. Vuelve tras su lesión Donyell Malen, un puñal por la banda derecha.