Una exposición reivindica la inocencia y la memoria de las 843 personas asesinadas por ETA
La alcaldesa Natalia Chueca y la senadora Marimar Blanco inauguran la muestra y exigen al PSOE que rompa con Bildu
ZARAGOZA. La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, acompañada de Marimar Blanco, senadora y hermana de Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en julio de 1997, inauguró ayer en la capital aragonesa la muestra fotográfica que la Fundación que lleva el nombre del que entonces era concejal del PP de Ermua (Vizcaya) y que recorre España desde 2019.
«Si nadie cuenta a los jóvenes quién fue Miguel Ángel Blanco y lo que significó, si permitimos que los verdugos sean quienes escriban la historia y los libros de texto, estaremos siendo cómplices de quienes asesinaron, secuestraron y extorsionaron. Y estaremos contribuyendo a hacer una gran injusticia porque a día de hoy todavía hay 376 asesinatos de ETA sin esclarecerse», expresó la alcaldesa.
El acto fue una reivindicación de la inocencia y memoria de las 843 personas asesinadas por la banda terrorista y las 7.000 víctimas que dejó en 3.500 atentados a lo largo de 40 años, hasta que en 2011 dejó las armas y en 2018 se disolvió. Pero también sirvió de escenario para criticar la política de pactos del Gobierno de España con Bildu, máxime después de que el candidato a lendakari de la organización, Pello Otxandiano, no quisiera contestar este martes, en una entrevista con el periodista de la SER Aimar Bretos, a la pregunta de si ETA fue una banda terrorista, se negara a calificarla como tal e hiciera todo tipo de circunloquios para terminar calificándola de «grupo armado».
Chueca reconoció que está «especialmente triste» porque «no da crédito» a la «hipocresía» del partido socialista. «Me refiero a la hipocresía de llevar años blanqueando a Bildu, a los enemigos de ETA, convirtiéndoles en sus aliados preferentes, entregándoles incluso la alcaldía de Pamplona y lanzando con ellos una ley de memoria democrática que castiga a las víctimas», dijo.
Lavado de imagen
También cuestionó la indignación mostrada por la portavoz de Gobierno, Pilar Alegría, sobre las palabras de Otxandiano. «Llevan años lavando la imagen de Bildu y ayer se rasga las vestiduras porque han dicho públicamente que ETA no fue una banda terrorista».
Chueca lanzó una serie de preguntas al PSOE como partido «escandalizado ahora» porque Bildu no esté condenando a ETA. «¿Van a romper los pactos que tiene con Bildu en el Congreso? ¿El PSOE va a devolver la alcaldía de Pamplona a UPN?», cuestionó, pero acto seguido las respondió ella misma: «No lo va a hacer. Son palabras vacías básicamente porque están en campaña electoral en el país Vasco».
La regidora reivindicó, en cambio, la postura del PP. «No hemos cambiado de opinión. Decimos alto y claro quiénes son las víctimas y quiénes los verdugos, y para cumplir con esa obligación de memoria como ciudadanos y como políticos estamos aquí presentando esta exposición en homenaje a Miguel Ángel Blanco».
Su testigo fue recogido por Marimar Blanco, que afirmó que, por respeto a las víctimas, «el PSOE debería haber lanzado un comunicado diciendo que rompe cualquier tipo de pacto, acuerdo o negociación con el partido que en estos momentos sigue diciendo que en España jamás hubo terrorismo o una organización terrorista».
También calificó las palabras de Otxandiano de «repugnantes», aunque añadió que no sirven sino para confirmar lo que siempre han manifestado desde Bildu y de que no han variado su postura. «Sabemos cuál es su origen, que sigue defendiendo lo que defendía ETA cuando utilizaba las pistolas y las bombas. Confirman que son los herederos de ETA y mantienen que nunca hubo terrorismo, sino bandos», señaló. Pero, para Blanco, lo «indignante» es que el partido socialista «se lleve las manos a la cabeza».
La senadora responsabiliza al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del lavado de cara del partido aberzale que ha supuesto, a su juicio, que haya muchos jóvenes en el País Vasco que ven a Bildu como «un partido más», un partido «moderno», y «no tienen ni idea de su pasado». «Y ahora ven que el Gobierno les trata bien y no hay problema en pactar con ellos, y la reflexión que se hacen es que quizás tan malos no fueran». E incidió en que Bildu es un partido orgulloso de su pasado. «Y que en parte vienen a defender que quizás matar a tantos inocentes tuvo su justificación».