Cuatro pueblos de la Hoya de Huesca llevan desde enero sin el médico que atendía sus consultorios
Las protestas por la falta de médicos en las zonas rurales se siguen sucediendo. Si hace tres semanas, 10 ayuntamientos del centro sanitario de Ayerbe convocaron una concentración por la supresión de la plaza de médico del consultorio de Loarre tras la jubilación de su titular, ahora la movilización la protagonizan otras cuatro localidades, también en la comarca de la Hoya de Huesca.
Novales, Salillas, Piracés y Sesa llevan desde enero sin la médico que atendía sus consultorios. El servicio se cubre desde el centro de salud de Grañén pero ha repercutido en una importante reducción del número de días de visita, hasta el punto de que en algunos de ellos, en marzo, solo tuvieron facultativo dos días.
Los cuatro municipios han llevado a cabo una campaña de recogida de firmas «para tener una asistencia médica de calidad». Según explica la alcaldesa de Sesa (150 empadronados), Sonia Blanco, la titular se jubiló hace 2 años y ocupó la plaza otra profesional que acudía a diario a esta localidad, mientras que a los otros tres pueblos iba periódicamente. Pero esta aprobó una oposición y también se marchó. «Ahora solo tenemos médico cuando puede desplazarse uno desde el centro de salud de Grañén, donde hacen lo que pueden», señala, lamentando el recorte de días. «La semana pasada no hubo consulta, esta semana ha habido un día y la que viene no sabemos si tendremos».
La alcaldesa se ha dirigido a los responsables de atención primaria, pero no ha obtenido respuesta. «Nos quedamos sin médico de la noche a la mañana y ya han pasado casi cuatro meses. Estamos esperando la solución. Son pueblos pequeños, con gente mayor que no se puede desplazar y tienen que estar pendientes de que los lleven los hijos a otros consultorios de la zona», añade Sonia Blanco. Sí se mantiene la asistencia de la enfermera, cuyo papel destaca la responsable municipal, «pero hace falta un médico en el pueblo».
En la vecina localidad de Novales (con una población similar), donde la consulta se pasaba habitualmente tres días a la semana, «en todo el mes de marzo tuvimos médico dos días», asegura la concejala Vanessa Latre. «Suele venir como mucho un día a la semana pero ha habido algunas sin nada. Te dan la opción de ir a Sesa, Salillas o Piracés, pero es un inconveniente para la gente mayor porque no tienen coche ni hay transporte público, y es un problema no saber qué día puede tocar abrir la consulta aquí. Además, no hay continuidad, a veces viene uno, a veces otro...», explica, valorando también el papel que hace la enfermera. Es el alguacil el que a través del grupo de mensajería del pueblo suele comunicar las jornadas en que se puede pedir cita.
El departamento de Salud enmarca el problema de estos pueblos en la dificultad para cubrir las plazas, lo que se afronta con una reorganización desde el centro de salud para dar cobertura a toda la población.