Ibercaja lanza un plan estratégico para aumentar un 10% su base de clientes entre 2024 y 2026
El banco aragonés descarta por ahora salir a bolsa, prevé reforzar su solvencia, superar el 10% en rentabilidad y contratar entre 150 y 200 empleados cada año
ZARAGOZA. Superado con éxito su plan estratégico 2021-2023, con índices de solvencia, calidad de activos y rentabilidad superiores a los previstos, Ibercaja Banco proyecta un nuevo trienio con buenas expectativas, aun siendo consciente de la «gran incertidumbre geoestratégica» existente hoy y de «una inestabilidad política que no es buena para el crecimiento económico». La entidad aragonesa se ha fijado como objetivo para el periodo 2024-2026 incrementar en un 10% su base de clientes, 50.000 en el segmento de particulares, 6.000 en el de negocios y 2.000 procedentes de pymes y grandes empresas.
Francisco Serrano y Víctor Iglesias, presidente y consejero delegado respectivamente del banco aragonés, presentaron ayer en el espacio Xplora de la entidad en Zaragoza un plan estratégico para tres años que no incluye la salida a bolsa y que estará dotado para este 2024 con un presupuesto específico de 45 millones de euros que, sumados a los recursos previstos en sus cuentas ordinarias, totalizan 110 millones de inversión para este año, de los cuales más de la mitad irán destinados a la transformación tecnológica, operativa y comercial.
Serrano aseguró que se trata de un plan estratégico «exigente, ambicioso y flexible» con el que se quiere dotar al banco de una mayor fortaleza financiera, colocando al cliente en el centro y manteniendo señas de identidad que pasan por la vocación de desarrollo social ahí donde están presentes.
El plan ‘Ahora Ibercaja’, confeccionado ‘in house’, con especialistas del propio banco, incluye 13 iniciativas agrupadas en dos grandes bloques: el programa ‘cliente’ y el programa ‘resiliencia’. Con líneas de trabajo específicas en cada una, la entidad prevé reforzar su solvencia, elevando el coeficiente CET1 ‘fully loaded’ hasta una horquilla entre el 13,5% y el 14% (desde el 12,7% actual), preservando su índice de liquidez LCR por encima del 190% y «con una gestión activa y rigurosa del riesgo de crédito» para mantener la calidad de la cartera de activos con una tasa de activos improductivos (NPA) inferior al 3,5% (situada en el 2,8% al cierre de 2023).
De esta forma, y pese al contexto de presiones de costes y una previsible disminución de los tipos de interés, precisa el banco, este cuenta con lograr una rentabilidad que le permita continuar cubriendo su coste de capital para un perfil de riesgo medio bajo, con una ratio de eficiencia inferior al 54% y un ROTE (rentabilidad sobre fondos propios) superior al 10%.
«Somos un banco solvente, rentable, competitivo y moderno», aseguró Víctor Iglesias tras destacar los buenos números obtenidos en el plan estratégico ‘Desafío 2023’ recientemente concluido, que superó los objetivos planteados en 2021. Tras parafrasear una máxima muy repetida en el sector –«rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras»–, el consejero delegado de Ibercaja recalcó que no se puede «caer en la autocomplacencia» y por eso hay que seguir evolucionando hacia el futuro con una continua adaptación a las nuevas realidades de la actividad financiera. De ahí la importancia de la estrategia impulsada para el periodo 2024-2026, con un programa centrado en cumplir con las necesidades de todos sus clientes, desde los de más poder adquisitivo hasta los más pequeños, pasando por los autónomos, las micorpymes y las grandes empresas, y con iniciativas agrupadas en el programa ‘resiliencia’, que engloba actuaciones en materia de tecnología, aplicación de herramientas de inteligencia artificial (IA), gestión de talento, planificación financiera y de riesgos y acciones en materia de sostenibilidad y reputación.
En cuanto a sus territorios de actuación, Ibercaja prevé que su crecimiento siga pivotando sobre las áreas geográficas de expansión consolidada, Madrid y Arco Mediterráneo, al mismo tiempo que potenciará el liderazgo comercial con el que ya cuenta en Aragón, La Rioja, Guadalajara, Burgos y Badajoz, además de propiciar un rejuvenecimiento de las bases de sus clientes.
La salida a bolsa no está incluida en el nuevo plan estratégico de Ibercaja. Constituido ya el fondo de reserva, no hay una exigencia legal para hacerlo, señaló Francisco Serrano. «Nunca podemos descartarla, puede ser una oportunidad», indicó antes de insistir que en cualquier caso lo importante es preservar la esencia del banco. «A fecha de hoy, no está prevista», zanjó.
El presidente de la entidad aragonesa precisó en ese sentido que la Fundación Ibercaja ha terminado de constituir ya, con una dotación de 320 millones de euros, el fondo de reserva que exige la Ley de Cajas de 2013 como alternativa a dar el salto al parqué bursátil y lo ha hecho mucho antes del plazo legal, fijado para diciembre de 2025.
Generación de empleo
En el terreno laboral, concluidos hace dos años los ajustes de plantilla necesarios para llevar a cabo la transformación de la entidad para adaptarse a la nueva realidad de la actividad bancaria, Ibercaja ha vuelto a ser una empresa que recluta talento. En 2023 se incorporaron a distintos puestos en el banco 387 personas (170 de ellas con contratos fijos), mejorando así en un 40% la contratación, y para este trienio, según precisó Iglesias, se reclutarán entre 150 y 200 personas cada año. «Necesitaremos perfiles de todo tipo y condición», apuntó, antes de especificar que muchos serán del ámbito tecnológico, pero también del comercial y de otras áreas.