El granizo daña viñedos del Somontano y causa pérdidas de hasta el 100% en algunas zonas

HUESCA. Las fuertes lluvias que cayeron en muchas zonas de la provincia de Huesca descargaron también en forma de granizo en algunas localidades. Una de las zonas más afectadas por el pedrisco fue la comarca del Somontano. Dos tormentas casi seguidas barrieron una franja comprendida por los municipios de Castillazuelo, Pozán de Vero, Salas Bajas, Hoz de Barbastro y

Coscojuela de Fantova. En total, se han recogido 56 litros entre las dos tandas de entre 20 o 25 minutos.

De momento, se desconoce el alcance total de los daños y las hectáreas afectadas. «No obstante, se notará seguro en la merma de cantidad a la hora de vendimiar», lamentó Óscar Torres, técnico del Consejo Regulador. Aseguró que la uva que se ha perdido ya no vuelve a salir y que «habrá parcelas con el 100% de pérdidas y otras con menos».

Por otro lado, algunos de los refugios amanecieron con temperaturas bajo cero, ventisca y acumulaciones de hasta 20 cm, sobre todo en Ribagorza, como Cap de Llauset (Montanuy), Ángel Orús (Sahún) y la Renclusa (Benasque). Mientras, en Góriz (Fanlo) midieron 15 y en Respomuso (Sallent de Gállego) otros 13. Con rachas de viento de hasta 80 km/hora, la sensación térmica en Cap de Llauset, el refugio más alto del Pirineo, se desplomó hasta los 11 grados bajo cero. No obstante, se superaron en Cerler-Cogulla (145 km/h), Panticosa-Petrosos (109) y Astún-La Raca (98).

Las lluvias también fueron protagonistas, cumpliendo así los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología, que activó un aviso por fuertes precipitaciones que podían dejar 40 litros de media en 24 horas en el Pirineo (20 en solo una hora), aunque se podría llegar a los 70 y 80 en algunos valles.

Según los pluviómetros de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en Monte Perdido se acumularon 150 litros. Además, las estaciones meteorológicas de Sobrarbe registraron más de 100 litros en San Juan de Plan, 90 en Plan y más de 70 en muchos puntos. Ante esta situación, la CHE avisa de la posibilidad de crecidas súbitas importantes en barrancos y cauces menores en esos sectores de la cuenca del Ebro.