Heraldo de Aragón

El PSOE echa el resto para pedir a Pedro Sánchez que se quede y ahora «cruza los dedos»

Los dirigentes, aún temerosos del adiós del presidente, se entregan a la emoción de miles de militantes en la sede del partido En la dirección del PSOE aseguran que siguen en la máxima incertidum­bre

-

MADRID. Si la súplica servirá o no a su objetivo, que Pedro Sánchez anuncie el lunes su continuida­d al frente del Gobierno, es aún incierto. Pero el PSOE no habrá podido hacer más para intentar evitar que, de la noche a la mañana, se abra una crisis institucio­nal y orgánica imprevista. El comité federal del partido, en origen convocado para aprobar las listas a los comicios europeos, se convirtió este sábado en una abrumadora demostraci­ón de apoyo, pero también de presión, al jefe del Ejecutivo, recluido en su residencia desde que el miércoles anunció que iba a tomarse un tiempo de reflexión hasta este lunes para decidir sobre su dimisión. «Pedro, quédate», pidió su número dos, María Jesús Montero. «No puedes entregar al PP lo que persigue, la cabeza del secretario general del PSOE, y con ello –añadió el ministro de Transporte­s, Óscar Puente– la justicia de este país».

Lo habitual es que la reunión del máximo órgano de la formación, al margen de los congresos, se celebre siempre a puerta cerrada y que lo único que se emita en público sea la intervenci­ón inicial del líder. Esta vez, las alocucione­s pudieron seguirse no ya a través de los canales internos sino también desde las pantallas y altavoces instalados en la calle, para ser vistos por los miles de militantes –en torno a 12.500, según Delegación del Gobierno– congregado­s a las puertas de Ferraz, buena parte de ellos llegados en autobuses de distintos lugares de España.

De lo que se trataba era de crear un clima emocional sin precedente­s, en el que no faltaron las lágrimas, y que Puente resumió bien. «La militancia que está ahí fuera, la que llevó a Pedro Sánchez a la secretaría general –dijo evocando otro episodio clave en la trayectori­a de su líder– es la que tiene que ser el alma del PSOE y la que tiene que empujarlo a tomar la decisión correcta, que es seguir». La diferencia entre 2017 y este momento es que entonces el partido estaba sumido en una guerra civil que dejó heridas profundas. Aquello fue un ‘Sánchez contra los poderes fácticos’ del socialismo. Lo de ayer, un ‘todos somos Sánchez’,

Incluso el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcíaPage, el más distanciad­o de la dirección federal y muy crítico con los pactos con el independen­tismo y con la amnistía a los encausados del ‘procés’, tomó la palabra para dejar claro que, en esto, sí está con el jefe del Ejecutivo. No puso ni un pero a la decisión de Sánchez de «parar» para decidir si le «merece la pena» seguir aguantando lo que califica como una operación de «acoso y derribo» de la derecha y la ultraderec­ha que afecta ya a su familia.

Fue la resolución de un juez de abrir hace unos días diligencia­s previas en torno a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, a raíz de una denuncia por supuesto tráfico de influencia­s interpuest­a por el pseudosind­icato Manos Limpias, lo que detonó la reacción del presidente que tiene a todos en vilo. «Pero no es por una querella falsa por lo que estamos aquí, porque eso no puede tumbar a un socialista. Estamos aquí porque nuestro presidente del Gobierno ha mostrado dolor. Y a este partido, quede claro, no le van a quitar la moral, y menos los que no tienen ninguna», reivindicó Page.

«No pasarán»

La suya fue la novena intervenci­ón de dos decenas previstas. Pero no hubo más. Hacia el mediodía, las bases ya abarrotaba­n los alrededore­s de la sede socialista y el secretario de Organizaci­ón, Santos Cerdán, tomó la palabra para pedir a los asistentes que lo dejaran todo y salieran a abrazarse con su gente. El tono general de los discursos previos, mientras fuera se entonaban gritos de «el pueblo unido no será vencido» o «no pasarán», había sido muy similar al de los mensajes de los últimos días. En el PSOE insiste en que, al margen del dilema «personal» del presidente, urge hacer una reflexión sobre hacia dónde está dirigiendo a la democracia la derecha «cómplice» de la ultraderec­ha.

Es el marco que el propio Sánchez creó el miércoles con la carta con la que sorprendió al mundo en su cuenta de la red social X. Y suscribién­dose a él, una dirigencia genuinamen­te temerosa ante la posibilida­d de que el lunes se abra el suelo ante sus pies –Montero; Salvador Illa, Teresa Ribera, Adrián Barbón, María Chivite...– se mostró fundamenta­lmente empática con él. Pero tampoco faltaron sacudidas a su conciencia. Las más impactante­s, la del líder del PSE, Eneko Andueza, y la de Puente.

El líder de los socialista­s vascos le pidió que pensara en todos los socialista­s que en el pasado defendiero­n sus ideas con sus vidas, incluidos los que, como él, tuvieron que mirar durante años bajo los coches con temor a encontrar una bomba de ETA o salían de casa sin saber si sería la última vez que vieran a sus familiares. El ministro de Transporte­s apeló también a la memoria de su abuelo Antonio, que sufrió «tres años a paliza diaria, recibiendo manguerazo­s en el patio de la fría cárcel de Valladolid» durante la guerra. «Cuando pienso en mi sufrimient­o, pienso en él y me digo: ‘Seguro que el tuyo es más liviano que el suyo’. Y sé que piensas lo mismo, Pedro – interpeló–, por eso no puedes rendirte».

En la dirección del PSOE aseguran que siguen en la máxima

 ?? A. PÉREZ MECA/EP ?? Vista aérea de la concentrac­ión de militantes y simpatizan­tes socialista­s ayer en Ferraz.
A. PÉREZ MECA/EP Vista aérea de la concentrac­ión de militantes y simpatizan­tes socialista­s ayer en Ferraz.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain