Heraldo de Aragón

VIVIR DE MEMORIA «Sigo leyendo con mucho placer a los poetas de la Generación del 27»

ROSENDO TELLO. ESCRITOR

- ANTÓN CASTRO

gran poeta. Sigo leyendo con mucho placer a los poetas de la Generación del 27.

¿Y a los aragoneses?

Claro. Tuve mucha relación con Miguel Labordeta. No recuerdo la fecha. Maribel ha contado que ella tendría 17 años y que hacía una obra de teatro. Allí la vi, desde la butacas. Y a mi lado estaba Miguel Labordeta. Dijo: «Qué chica más maja».

A usted no debió pasarle inadvertid­a.

No, no. Claro que no. Nos casamos en 1963.

Han pasado más 60 años. Ahí es nada.

Cerca de casa vivía el pintor Enrique Vicente Aparicio y nos hizo un regalo a cada uno de los dos. Esos retratos que están ahí.

Aquí se respira literatura por todas partes.

Los libros me han acompañado siempre. Ya ve que tengo aquí al alcance de la mano no solo mis libros, sino otros de los poetas aragoneses de hoy: leo a Fernando Sarría y a Luisa Miñana, a José Antonio Conde, a Miguel Ángel Yusta, Manuel Forega, que se ha portado muy bien conmigo, y muchos otros. Soy buen amigo de Juan Marqués [Maribel trae la revista ‘Campo de Agramante’, donde el poeta y crítico le hizo una extensa entrevista que fue contestand­o con mucha paciencia cuando aún escribía más que ahora], que es amigo de José Luis Melero, a quien leo en HERALDO. Y, entre otros, a Adolfo Burriel. Él quiere publicar un libro mío en el sello Comuniter.

¿Ya sabe cuál?

Aún no. Estamos pensando. Uno antiguo, claro.

Empezó a publicar en 1959.

Sí. Estamos pensando qué poemario elegir. Estos días me ha aparecido un libro que coordinó hace años Ramón Acín. Había textos de muchos escritores en poesía y en prosa. Me ha emocionado ver ahí el poema que le dediqué al ruiseñor y a John Keats.

Le había preguntado qué echa de menos…

Muchas cosas. Antes salía a la plaza del Portillo a tomar el sol y podía recibir aquí a muchos amigos. Echo de menos no poder escribir y, sobre todo, hablar de poesía y de literatura con los amigos. Echo de menos las conversaci­ones. ¿Lo entiende?

Sí. En ese libro que publicó Huerga & Fierro en 1998, hay otro poema de un ruiseñor dedicado al escritor Jesús Moncada, que fue alumno suyo en el colegio Santo Tomás de los Labordeta.

Sí. Siempre fue amable conmigo. Recuerdo que José Antonio Labordeta, que me publicó en Orejudín, dijo algo muy bonito: «Rosendo, me gusta mucho este libro. En él hay poemas como templos». No sé si será verdad, pero la frase es muy bonita.

¿También se acuerda de su infancia y juventud en Letux?

Sí. Y en particular de un poema, que es uno de los favoritos de Maribel, que se llama ‘Olivar’, y en él aparece mi madre. Siempre me han emocionado los olivos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain