«Es una cortina de humo para no hablar de las ayudas directas al sector»
Decepcionados se muestran también en UPA-Aragón con la decisión de Samper. La organización agraria lamenta que ahora que el Gobierno central e incluso la Unión Europea han anunciado su intención para proteger el modelo de agricultura familiar, Aragón da un paso atrás después de haber sido pionera en disponer una norma de estas características. Y considera que la derogación demuestra que las explotaciones sociales y familiares «no encajan en la política de partidos como Vox y PP».
Al otro lado se sitúan las organizaciones agrarias Asaja-Aragón y Araga, partidarias de «reformar» la ley de agricultura familiar de Aragón. Desde Asaja se insiste en que es necesaria la «defensa del modelo familiar empresarial», pero matiza que hay que hacerlo «desde una ley alejada de ideologías extremas, sin pretender imponer un intervencionismo estatal y defendiendo un modelo actual, moderno y dinámico».
Araga recuerda que desde su presentación por la anterior consejería hasta su aprobación en las Cortes, esta organización agraria ya mostró su desacuerdo convencida del «gran perjuicio» que supondría para el campo aragonés y aboga por una nueva norma que sea punto de unión entre todos los actores fundamentales del sector agrario. «Esta consejería está utilizando la derogación de esta ley para no hablar de las ayudas directas que prometió y para escaparse de que no está haciendo nada». Con esta contundencia muestra su indignación el secretario general de UAGA, José María Alcubierre, el anuncio del titular de Agricultura de poner fin a la ley que protege a las explotaciones familiares.
Alcubierre lamenta que el modelo que parece defender Vox con esta decisión no sea el de la agricultura «competitiva y profesional, pero también social» e insiste en la «sorpresa» que le produce el anuncio del consejero «cuando Asaja, organización de la que era secretario general, no presentó las alegaciones oportunas».
El líder de UAGA asegura que su organización agraria no tiene conocimiento de «por dónde quiere ir ahora el consejero», pero le advierte que la norma es de los agricultores «no de todo el ‘maremagnum’ de asociaciones e entidades que quiere implicar».