«Para la pyme hay dos temas que son clave: dimensión y tecnología»
Autor de ensayos, novelas y guiones, se muestra optimista ante la evolución de la economía española, pese a ver que en innovación queda mucho por hacer y que la geopolítica genera grandes riesgos
Le acompañé en 2009 en la presentación en Zaragoza de su libro ‘El hombre que cambió su casa por un tulipán’. Entonces puso en la dedicatoria de mi ejemplar que esperaba que tuviésemos ocasión de «volver a coincidir en un debate donde las cosas estén algo mejor». Coincidimos hoy, aquí, con un escenario muy distinto. Aquello fue muy gordo.
¿Cómo estamos hoy respecto a aquel momento? sis de 2008 y los años siguientes? Se aprendió que la normativa financiera económica hay que tomarla muy en serio. Que las normas elementales de prudencia financiera no se pueden saltar por estar en una efervescencia económica. También digo que episodios de especulación, como explico en el libro del tulipán, siempre ha habido y habrá. Con la inteligencia artificial es fácil que pueda haber otra. ¿Qué más ha cambiado desde 2008? Que la economía española está más diversificada.
En exportaciones se dio un salto. Muchas empresas salieron fuera a vender lo que no vendían en España por la caída de la demanda interna y luego han seguido exportando.
Algunas empresas han logrado globalizarse bien. Mango, Seat, Inditex por supuesto, por no mencionar a Juan Roig, que yo creo que es el mejor empresario de España. Ahí tenemos una empresa española que le ganó la batalla a todo el ‘retail’ francés.
En innovación queda mucho por hacer. final nos reconvertiremos, lo tengo muy claro.
Le percibo muy optimista.
Soy así.
No lo era en 2009.
Es que aquella crisis fue muy bestia.
Las pymes y los emprendedores no lo tienen tan fácil hoy. Cuesta salir adelante.
Aquí el emprendimiento está costando mucho. Y a los políticos se les hincha la boca al hablar de emprendimiento, pero a la hora de la verdad hay muchas dificultades. Soy optimista porque hemos pasado la covid, que fue durísima y se salvó muy bien; la inflación llegó a estar en el 10% y ha bajado al 3%, y el PIB sigue creciendo y se genera empleo. Es verdad que puedo ser optimista, pero en diciembre hay un posible cisne negro que es Donald Trump. Si gana las elecciones a ver qué pasa. Puede dejar de apoyar a Ucrania y Europa tendrá un problema en muchos sentidos. Mira Irán e Israel, se ha podido montar un pitote. La geopolítica, con un aleteo de mariposa, rpuede cambiar toda la peli. Pero he de decir que también el mundo hiperconectado genera alternativas y soluciones más rápidas. Mire lo que pasó con el gas ruso con la crisis de Ucrania. En ocho meses se redefinió el sistema de abastecimiento. Si no hay un estallido de una contienda global, veo que la economía genera vericuetos para encontrar soluciones más rápidas.
¿Está en la geopolítica el principal riesgo de la economía?
Hoy por hoy yo diría que sí. Pero una guerra global no la veo porque no interesa económicamente a nadie.
¿Qué retos importantes tienen las empresas hoy?
Ser muy flexibles. Moverse globalmente: el lugar ha dejado de ser una restricción. Y luego, deben medir su dimensión. Para la pyme o para la gran empresa hay dos temas que son clave: dimensión y tecnología. Para mi son los dos puntos fundamentales.
¿Tienen que ganar tamaño?
Decidir el tamaño. Que la dimensión sea una decisión consciente.
No deja de publicar libros. El último es ‘Siete cuentos para toda una vida’.
Vivo alternando ficción y no ficción. Soy escritor de oficio. Lo único que no he publicado es un libro infantil. Y poesía, aunque la escribo, pero es para mi. Toco el relato, la novela, tengo textos teatrales...
Dirigió una película.
Cortometrajes, estuve en los Goya. Es que me costaba que mis guiones salieran a la luz. Fue el atajo para que mis guiones se produjeran.
¿Cómo le gusta definirse?
Como escritor y economista.