Veterinaria muestra a Samper sus virtudes y también sus carencias
ZARAGOZA. El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, visitó ayer la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, un referente no solo por su prestigio académico sino por la puntera investigación que se está realizando en sus instalaciones.
«Era una visita muy necesaria porque si lo primero que dije al llegar a la consejería es que quería elevar la alimentación al nivel de la sanidad y la educación, lo primero que tenía que hacer es venir a esta facultad que es donde está el entendimiento, el control de la sanidad sobre la alimentación», destacó Samper, antes de recorrer las dependencias del hospital veterinario –en el que estaban realizando un chequeo a todo un campeón de saltos, un magnifico caballo de raza francesa– , la planta piloto (Hospital Veterinario UZ), la planta piloto del Centro de Tecnología Agroalimentaria, el Servicio de Experimentación Animal y la nave docente.
El encuentro, preparado «con mimo» por los responsables de la Facultad, como explicó su decana Cristina Acín, quiso así mostrar a Samper las «bondades y virtudes» de la instalación académica, pero también «la sombras sobre las deficiencias que la propia facultad tiene a nivel de infraestructuras».
Entre ellas, la decana hizo referencia especialmente al proyecto de reforma del antiguo hospital veterinario para convertirlo en un edificio polivalente que albergue además a los investigadores del IA2, pero también a los de otros institutos como los de Ciencias Ambientales o el de Investigación Sanitaria.