Carlos III retoma sus actos públicos con una visita a un centro oncológico
LONDRES. El rey Carlos III y la reina Camila visitaron ayer el centro Macmillan de tratamiento de cáncer del hospital de la Universidad de Londres en lo que constituyó el primer evento público del monarca británico desde que en febrero anunció que padece la enfermedad. Allí conversaron con médicos y pacientes de la prestigiosa institución sobre los avances de sus investigaciones. Carlos III, que ya es patrón de la clínica, asumirá también la misma misión en el Cáncer Research UK, que gestiona fondos para la lucha contra los tumores.
Los reyes llegaron al hospital en un solemne Bentley y fueron agasajados por los empleados y el público que llenaba la acera opuesta. Ya dentro del centro, el monarca conversó con el jefe médico de la organización benéfica, Charlie Swanton, mientras inspeccionaba un escáner. Durante sus conversaciones con los ingresados quiso destacar que el gran reto es descubrir pronto esta dolencia. Por ello, la visita se ha descrito como un «viaje simbólico».
Sus portavoces emitieron el viernes un comunicado en el que anunciaban que esta era el primero de una serie de compromisos públicos. El deseo de mantenerse visible es una marca de la dinastía de los Windsor.
El anuncio por Carlos de Inglaterra de que se le había detectado un cáncer quebró la tradición de privacidad sobre la salud de los miembros de la Familia Real, pero no se publicó qué variante de esta enfermedad padece. Sin embargo, portavoces de la Casa Real puntualizaron luego que no se trata de un cáncer de próstata. Se descubrió la enfermedad cuando era atendido por un engrosamiento de la glándula.
Según el palacio de Buckingham, el equipo médico que atiende al rey considera que el avance de la terapia es «suficientemente satisfactorio» y puntualiza que no se puede aún pronosticar su duración.
Carlos y Camila residen desde febrero en la mansión de Sandringham, en el este de Inglaterra, donde el monarca ha mantenido entrevistas virtuales con el primer ministro y otras personalidades en el ejercicio de sus funciones constitucionales. Allí también ha grabado mensajes en vídeo para ser emitidos en eventos a los que no pudo acudir.
La última aparición pública de la pareja real fue en Windsor, donde se unieron a miembros de la familia en el servicio religioso del Domingo de Pascua.