BBVA retoma la compra del Sabadell y aspira a liderar la banca en España
Inicia negociaciones de una operación que ya exploró sin éxito en 2020 para afrontar la previsible era de bajadas de tipos
VALENCIA/ MADRID. Terremoto bancario en España. BBVA estudia una posible fusión con Banco Sabadell que, de cerrarse, daría lugar a un gigante que disputaría el primer puesto de la banca en el país y el tercero en Europa. Dentro de nuestras fronteras, contaría con 637.461 millones de euros en activos (452.227 millones de BBVA y 185.234 millones de Sabadell), por delante de los 613.000 millones de CaixaBank o los 468.000 millones de Santander.
Tras varias informaciones publicadas en medios internacionales, BBVA confirmaba ayer a la CNMV «el interés (...) en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades». Poco después, Sabadell hacía lo propio ratificando los primeros pasos de esta transacción. Comienza un largo periodo en el que Carlos Torres, presidente de BBVA, y Josep Oliu, presidente del Sabadell, volverán a verse las caras para negociar una fusión que ya intentaron en 2020, en plena pandemia, pero que quedó varada por las discrepancias entre ambos ejecutivos.
El anuncio llega en un momento de beneficios récord, la misma semana en la que ambas entidades han rendido cuentas del primer trimestre. En el caso de BBVA, ha ganado 2.200 millones (un 19% más); y Sabadell ha mejorado sus beneficios un 50%, hasta los 308 millones. Pero estas cifras pueden ser un espejismo derivado de los altos tipos de interés en los que se mueve el mercado. Aunque los intereses siguen anclados en el 4,5% tras un vertiginoso ascenso desde el verano de 2022, el mercado cuenta ahora con cierta incertidumbre ante el impacto que tendrá el inicio de las bajadas por parte del Banco Central Europeo (BCE) a partir del verano. «Cuando empiecen a caer los tipos y los márgenes de intereses vuelven a estrecharse, será difícil que las entidades vuelvan a obtener los actuales niveles de beneficios», apunta XTB.
Los expertos de esta firma recuerdan que el exceso de ganancias de estos últimos años se ha destinado más a recuperar la remuneración al accionista, muy mermada durante la pandemia, «descuidando» el crecimiento en otras áreas o países. Para Ricardo Zion, profesor de EAE Business School, «estamos ante una toma de control en la que el pez grande se come al pequeño».
Ambas entidades abren de nuevo la puerta a crecer vía consolidación con una operación que, si llega a buen puerto, derivará en un grupo que acariciaría la posición de liderazgo que por separado no tenían. Y no solo en términos de activos. La fusión de BBVA y Sabadell sumaría más de 300.000 millones de euros en préstamos (sería la segunda de España), 250.000 millones en depósitos, 41.000 empleados en el país y más de 3.000 oficinas repartidas por todo el territorio.
Todas esas cifras sin contar con el negocio internacional que ambas entidades tienen tanto en el caso de BBVA, muy fuerte en México, parte de Latinoamérica y Turquía, como Sabadell, con su filial británica TSB. Agregado todo el negocio global, el grupo resultante tendría un billón de euros en activos, más de 7.000 sucursales y casi 141.000 empleados.
La reacción en el mercado no se hizo esperar y las acciones del
Sabadell llegaron a dispararse ayer un 7% en Bolsa, aunque al cierre se moderaban al 3% hasta los 1,79 euros por título. Por su parte, BBVA se dejó un 6,6% hasta los 10,17 euros. Con la capitalización conjunta de ambas corporaciones, el grupo fusionado estaría valorado en unos 70.000 millones de euros. El mercado valora positivamente la operación para Sabadell, convertido en uno de los bancos más apetecibles para el resto de la competencia por su fuerte presencia en el segmento de las pequeñas y medianas empresas. Fuentes del sector financiero apuntan a la «complemen
Los datos de Sabadell y BBVA
tariedad» de las entidades: BBVA está centrado en banca comercial y de empresas, mientras que Sabadell ha sido un referente en el mercado bancario para las pymes. Esto es, tendrían un importante encaje estratégico en España.
Pese a la opinión del mercado, vuelven a surgir las dudas en torno a posibles riesgos de competencia en un sector cada vez más mermado por la desaparición de marcas bancarias. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ya ha advertido que «es importante» que se siga manteniendo «una situación competitiva», algo que, según Cuerpo, vigilará muy de cerca la Comisión de Competencia.
Un nuevo intento
Esta operación supone un ‘deja vu’ de la que ya protagonizaron estos mismos bancos hace ahora cuatro años cuando emprendieron negociaciones para llevar adelante una fusión que finalmente no llegó a buen puerto. En aquel momento, en plena crisis del coronavirus y tras el primer ‘shock’ que provocó el confinamiento, ambas entidades vieron una oportunidad de negocio para expandir su actividad y reducir costes.
El Sabadell consideraba que el precio que estaba dispuesto a pagar BBVA no valoraba el potencial de su negocio y urdía su independencia. En noviembre de 2020 ambas corporaciones rompieron esas negociaciones. El banco liderado por Josep Oliu daba por rotas las conversaciones. BBVA tenía pensado realizar el pago mediante un intercambio de acciones, por lo que Sabadell hubiera exigido una vicepresidencia y Carlos Torres, máximo responsable del BBVA, se hubiera negado.
Desde entonces, el camino recorrido ha sido divergente. Sabadell ha pasado de contar con una capitalización de 2.500 millones de euros en 2020, a los cerca de 10.000 millones actuales. Después de aquel fracaso, la entidad catalana siguió su camino con un cambio en la dirección, con la llegada de César González-Bueno como consejero delegado, y un saneamiento (incluida TSB) que le ha reposicionado en el sector. Ahora, BBVA ve con mejores ojos este negocio, aunque su coste será mucho mayor del que hubiera tenido hace cuatro años.