España necesita cerca de 25 millones de inmigrantes para sostener las pensiones
MADRID. Uno de los retos más difíciles para la economía española a medio y largo plazo es el envejecimiento poblacional. La caída de la tasa de natalidad es evidente, pero el Banco de España también destaca en su informe anual publicado ayer la intensa bajada de la mortalidad, dos índices que además se intensificarán en las próximas décadas y será un problema más acusado que en otros países. En concreto, en los próximos 30 años la tasa de dependencia –ratio entre los trabajadores y los pensionistas– aumentará en España en 27 puntos hasta el 54%, mientras que en la Unión Europea (UE) esta tasa crecerá solo 16 puntos hasta el 46%.
La receta del Banco de España es sencilla en el papel, pero complicada en la práctica: promover la extensión de la vida laboral, acometer «sin demora» un proceso de consolidación fiscal «ambicioso» para que el sistema de pensiones sea sostenible, así como analizar si las actuaciones públicas de conciliación familiar y laboral están ayudando a aumentar la fecundidad. Y con todo ello tampoco está garantizado que el sistema se estabilice.
El organismo detalla que los flujos migratorios han registrado un dinamismo muy elevado en los últimos años, pero «no parece probable que ello pueda evitar el proceso de envejecimiento poblacional en el que se encuentra inmerso nuestro país», ni «resolver los desajustes» en el mercado de trabajo en el futuro. De hecho, según sus estimaciones, en los próximos 30 años llegarán a España unos diez millones de personas nacidas en el extranjero, pero este flujo es «completamente insuficiente».
El organismo calcula que para ello este volumen de llegadas tendría que ser «tres veces mayor» de aquí a 2053. En concreto, para que la tasa de dependencia siga en el 26,6% como ahora se necesitan 56 millones de personas en edad de trabajar. Y teniendo en cuenta las estimaciones de población del INE, los cálculos del Banco de España apuntan a que en 2053 se necesiten 24,7 millones de inmigrantes más en edad de trabajar.
Recorte de empleos
En el mejor de los escenarios –si el 100% de los trabajadores se jubilaran con tres años de demora, es decir, a los 70 años– el ahorro para el sistema de pensiones en 2050 sería de solo un punto porcentual. Una cantidad «insuficiente» para corregir las elevadas obligaciones