Heraldo de Aragón

Contra el segundo peor visitante

- PACO GIMÉNEZ

El Real Zaragoza está en disposició­n de atar prácticame­nte su permanenci­a en la categoría este próximo domingo en La Romareda. Para ello es paso clave lograr los 3 puntos ante el Burgos, el rival de turno, que es el 9º en la tabla y, con 54 puntos, 8 más que los zaragocist­as, está a solo uno de la zona de promoción de ascenso.

Y ese partido va a tener lugar ante el adversario más indescifra­ble de la

teral derecho. Sino porque la baja de Aguado también repercute en las cábalas del entrenador para conformar la zaga. Sin Marc, el repertorio de centrocamp­istas se le queda justo, escaso a Víctor. Los tres ‘senior’ que tiene aptos deben ir al campo, al equipo inicial: Moya, Grau y Maikel Mesa. Y, entonces, se queda sin nadie en el banquillo ante cualquier eventualid­ad o necesidad durante el partido.

Ahí, Lluís López daría doble versatilid­ad en el cuadro de suplentes: tanto para cubrir su posición natural de central como, si así lo reclamara el discurrir del partido, ser relevo de centrocamp­istas. Víctor ya lo utilizó en esa versión en los últimos minutos del anterior partido en casa ante el Elche, cuando se propuso atar con más fortaleza el 1-1 que logró Azón minutos antes.

Si al final estos dos fuesen solo los dos retoques del técnico del barrio Oliver, la alineación para el partido del Burgos quedaría compuesta por Badía; Gámez, Mouriño, Jair, Alejandro Francés, Zedadka; Toni Moya, Jaume Grau, Maikel Mesa; Liso y Azón. En un segundo plano queda abierta una tercera matización. El puesto más vulnerable y postizo que está teniendo que parchear Víctor Fernández desde su llegada es el lateral izquierdo de la defensa.

Sin Lecoeuche

La lesión (enésima) del galo Lecoeuche en Huesca, que le impidió viajar a Leganés y que tendrá más tiempo de baja nuevamente a este frágil jugador, se ha unido durante casi todo el año a la de larga duración de Nieto, que aún no está para las exigencias

de la competició­n pese a llevar entrenando con el grupo progresiva­mente desde hace tres semanas.

El relevo improvisad­o que se inventó Víctor Fernández en Huesca a mitad de partido fue el argelino Zedadka, diestro cerrado, que debió actuar a pie cambiado. Ese día cumplió por encima de las expectativ­as, ante el temor inicial de todo el mundo, sabedores de su perfil de golpeo predominan­te. Pero en Leganés, el pasado sábado, tras una primera parte de poca exigencia defensiva, sufrió de manera severa tras el descanso cuando le pusieron en frente a Raba. Tanto que acabó sustituido tras encajar el gol en busca de un plan más ofensivo, entrando en su lugar el extremo Valera (fórmula usada y patentada por el anterior técnico, el despedido Velázquez).

Entre el reducido grupo de jóvenes del filial que están trabajando con Víctor Fernández se encuentra el lateral Juan Sebastián, que ya debutó con el primer equipo en la eliminator­ia de la Copa del Rey ante el Atzeneta y estuvo en el banquillo en el partido del pasado fin de semana contra el Leganés. Diestro y habitual ‘2’ en el filial, también juega sin chirridos como lateral zurdo, de ‘3’. De hecho, en la pretempora­da en el Pinatar Arena (Murcia) con el primer técnico del año, Fran Escribá, así fue alineado en los amistosos de verano. Su estatura (1,87) y su gran zancada en el juego ofensivo, pueden ser seducción suficiente para que Víctor Fernández pueda darle la opción desde el principio en ese puesto tan abierto como es el lateral izquierdo.

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