El Metropolitano se cierra parcialmente por los gritos racistas a Nico Williams
MADRID. El Comité de Competición parece determinado a cortar de raíz cualquier brote de racismo y en esta línea acordó ayer el cierre parcial del Metropolitano durante dos partidos como consecuencia de los bochornosos gritos racistas a Nico Williams al menos por parte de un aficionado local, identificado por la policía y al parecer socio del Atlético de Madrid.
El colegiado Martínez Munuera interrumpió el encuentro liguero del pasado sábado a raíz de los sonidos onomatopéyicos racistas contra el extremo del Athletic cuando se disponía a lanzar un saque de esquina en la primera parte. Al escuchar lo que ocurría, el menor de los Williams se detuvo y el árbitro puso en marcha el protocolo del racismo. Le hizo saber lo sucedido Carlo Peña, el delegado de campo, y no ordenó reanudar el choque hasta que por la megafonía se pidiese respeto para los protagonistas.
A la conclusión del encuentro, el árbitro alicanto lo reflejó en el acta, denunciando gritos de ¡Uh, Uh! que salieron desde el fondo sur, donde se ubican los radicales del Frente Atlético pero en esta ocasión más cerca del córner, cuando el Athletic se disponía a ejecutar una pelota parada.
Textualmente, Munuera escribió lo siguiente: «En el minuto 36 de partido aproximadamente, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono «Uh Uh», siendo escuchado por el arbitro asistente número 1 al mismo tiempo que Nico Williams.
En ese instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al delegado del Atlético de Madrid que el partido no podría ser reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar y que en caso de repetirse, debería pararse nuevamente el partido; pero esta vez entrando todos a vestuarios. Un minuto después se anunció por megafonía, reanudándose el encuentro de nuevo.
El Comité de Competición ha adoptado el cierre parcial del estadio conforme al artículo 69 relativo a los actos y conductas violentas, xenófobas e intolerantes. Además lo considera como un hecho muy grave que supone una multa de 20.000 euros (podía oscilar entre 18.000 hasta 90.000 euros). Ahora, el club rojiblanco puede recurrir ante Apelación.