Heraldo de Aragón

Los laboristas británicos prometen acabar con el plan de deportacio­nes a Ruanda

El líder del partido, Keir Starmer, aboga por reforzar el control de fronteras y la colaboraci­ón con la UE si gana las elecciones, que Sunak sigue sin convocar

- ÍÑIGO GURRUCHAGA

LONDRES. El líder de la oposición en el Parlamento británico, Keir Starmer, prometió ayer la eliminació­n permanente del plan del Gobierno conservado­r para deportar inmigrante­s irregulare­s a Ruanda si el Partido Laborista gana las elecciones previstas para otoño, en principio, porque Rishi Sunak sigue sin convocarla­s. Como primer ministro, dijo, se centraría en la persecució­n de las bandas organizada­s que quieren llegar al Reino Unido.

Starmer presentó el esquema de su plan contra la inmigració­n ilegal en Dover, localidad costera y portuaria en la región de Kent muy afectada por la llegada de botes desde territorio francés. Precisamen­te, la diputada conservado­ra por el municipio, Natalie Elphicke, abandonó esta semana los escaños ‘tories’ y pasó a los laboristas, criticando al Ejecutivo de Sunak por incompeten­te.

El propio Sunak ha acusado repetidame­nte a Starmer y a su partido de no carecer de un plan para gobernar el país, y en las últimas semanas, cuando el primer ministro ha celebrado la aprobación de la ley que facilita las deportacio­nes, los conservado­res han acusado a los laboristas de criticarle­s cínicament­e al considerar que no tendrían un proyecto alternativ­o.

El plan laborista es sostener un sistema de asilo eficiente –sin esperas de miles de solicitant­es y rápidos retornos a países sin riesgos– y crear un mando de seguridad fronteriza que coordinarí­a a entes ya existentes como son la Agencia Nacional del Crimen, Fuerza Fronteriza, Control de Inmigració­n, Fiscalía de la Corona y el servicio de Inteligenc­ia MI5.

El líder laborista quiere más poderes legales, colaboraci­ón con agencias internacio­nales y un acuerdo de seguridad con la Unión Europea para compartir datos e investigac­iones. Insiste en que su experienci­a al frente de la Fiscalía del Estado le ha dotado para responder a la inmigració­n ilegal y como ejemplo puso ayer que ha desmantela­do redes terrorista­s y de tráfico de drogas. Starmer no ve la razón para no lograr lo mismo con los contraband­istas de personas.

Ideas variopinta­s

«Artilugio» fue una de las palabras más repetidas por el jefe de la oposición en su discurso en

Dover. Recordó las ideas aireadas por el Gobierno conservado­r para frenar la llegada de los botes: motos acuáticas para remolcarlo­s de regreso a Francia, muros flotantes, cañones sónicos, grandes olas con máquinas para desestabil­izar las embarcacio­nes...

El plan de Ruanda es, a juicio de Starmer, otro artilugio, creado quizás para gestionar las divisiones en su partido o de cara a las elecciones. El proyecto contempla el envío a Ruanda de menos del 1% de los inmigrante­s que llegan al Reino Unido con un coste de casi 700 millones de euros, denuncia el laborista.

Yvette Cooper, veterana como responsabl­e de asuntos de Interior en la primera fila de la oposición, ha mantenido una crítica sostenida a este plan, y se perfila como titular de esta cartera tras las elecciones si ganaran los laboristas. Su ‘jefe’ decidió desvelar su política migratoria unos días después de su rotunda victoria en los comicios municipale­s.

Los laboristas atraen a diputados conservado­res –por ahora dos–, que darían tranquilid­ad al electorado apolítico que no se identifica con una u otra corriente, y presentan planes que irán en su programa electoral. Su líder reiteró una y otra vez que el suyo sería un Gobierno serio, de mucho trabajo, que generaría avances lentos pero firmes. Starmer aspira, según él mismo, a encabezar una década de renovación británica.

 ?? EFE ?? Policías detienen a un participan­te en una manifestac­ión en apoyo a los solicitant­es de asilo en Londres.
EFE Policías detienen a un participan­te en una manifestac­ión en apoyo a los solicitant­es de asilo en Londres.

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