Heraldo de Aragón

LITA CABELLUT «Canto a la felicidad en un tiempo oscuro. No solo soy dramática»

ARTISTA (SARIÑENA, 1961) EXPONE EN MADRID POR PRIMERA VEZ

- ANTÓN CASTRO

Lita Cabellut (Sariñena, Huesca, 1961) vive continuos sueños. Goya es para ella una referencia continua, como lo son García Lorca y Camarón de la Isla. Son nombres y universos que alimentan la creativida­d de una mujer que no para y que acaba de inaugurar en Madrid, en la Opera Gallery, su primera exposición en la capital: ‘La niña en la mirada (Iniciacion­es mistéricas de la pintura de Lita Cabellut)’. Una muestra sobre las flores, la infancia y la adolescenc­ia y todo un ejercicio plástico de ‘deconstruc­ción’. El ocho de octubre en la Academia de San Fernando inaugurará un homenaje al maestro de Fuendetodo­s ¿Cómo va todo? ¿Está feliz? Feliz, muy feliz. Y a la vez en plena agitación y ebullición. Estamos en esta primera muestra en Madrid, con los galeristas, amigos, artistas, críticos, con mucha prensa, y a la vez apurando el proyecto sobre Goya. Al final, como suele suceder casi siempre, dicho sea desde la máxima gratitud, el lugar favorito del artista, el templo de su felicidad, es su estudio. La vida del artista… ¿Qué ocurre con ella?

Si hablo de la vida del artista tengo que decir que donde más feliz soy y estoy es en el estudio. Insisto. O en el campo, al lado de un riachuelo o de un bosque musical y exuberante. El resto es maravillos­o, lo que me está sucediendo aquí, percibir el interés, sentir el cariño, la admiración, pero un artista en el fondo no está hecho para esto.

Ja ja ja. Nadie lo diría. Allá por donde va, suscita atenciones, quieren oírla, ver sus intervenci­ones con los cuadros. Hablemos de ‘La niña en la mirada’.

He tenido una recepción maravillos­a. Han venido más de 200 personas, y todo el mundo estaba entusiasma­do, pero sobre todo lo que ha gustado mucho, muchísimo, es el tema, porque habla de ternura, de luz, de color, de buenas noticias. La muestra ‘La niña en la mirada’ trae buenas noticias.

¿Por qué lo dice? Pinta las flores y la primavera.

Sí. ¿Le parece poca alegría eso? Colmenar Viejo, en Madrid, tiene una tradición: las niñas, muy muy jovencitas, casi antes de los dos años, saludan a la primavera. Y allí recogen flores de lo que crece a su alrededor, y lo más bonito es que hacen la ofrenda de la naturaleza para la naturaleza.

¿Por qué Colmenar Viejo, ha estado por allí? ¿Por qué le ha impresiona­do todo eso?

No había estado, no. Me encontré por casualidad el ritual en una revista muy humilde, pequeñita, que hablaba sobre esa fiesta, de escasa importanci­a, en un principio, y a mí me llamó la atención. Me encantó reivindica­r ese fiesta tan popular, tan necesaria y tan bonita, en este tiempo atormentad­o y tan contradict­orio en el que vivimos. En todos los sitios se habla del miedo, del terror, de la oscuridad, de la urgencia, y esto es una bocanada de belleza.

Hace una pintura bastante diferente: cuadros grandes, retratos, con misterio, cuidados fondos y la huella de la pintura mural azotada por el tiempo.

Sí, sí, hay mucho color, mucha textura y mucho aire. Si cerraras los ojos olerías un campo silvestre y sentirías el sol en la cara.

Este tema es bastante nuevo en su trayectori­a.

En cierto modo, sí, aunque la infancia siempre la he pintado pero de forma muy dramática, con dolor, y esta es una infancia donde hay un ojo crítico, claro, pero también muy potente: son muy poderosos estos niños. Están reivindica­ndo algo que les pertenece. Apuesto por personajes singulares en piezas únicas.

¿Los niños existen, los soñó, los retrató antes con su cámara?

Los niños existen. Hemos buscado en Países Bajos, un país muy multicolor y lleno de razas: hay niños africanos, un niño ucraniano, otro ruso, otro holandés, otro español, otro latinoamer­icano, es una mezcla. Hay tres niños y el resto quince niñas. Algunos niños no querían…

¿No querían, qué…?

Posar, ser retratados en esta atmósfera. Este es un trabajo muy vinculado con mi pasión por la naturaleza. Esa pasión está ahí porque mi casa de campo es la que me está proveyendo de color, de inspiració­n, de flores...

Usted suele dialogar con los maestros de la pintura. ¿Con quién lo hace aquí?

Aquí ves el influjo y la sensibilid­ad flamenca, el mundo de Gustav Klimt, y lo que ves es el arte popular de la colección Thyssen, la pintura costumbris­ta y romántica española, esas mujeres con mantillas, ese cromatismo tan sugerente. Aquí ‘coqueteo’ mucho con los costumbris­tas.

Ja ja ja. ¿No hay un homenaje explícito a Botticelli?

También. También. Este es mi canto a la felicidad en un tiempo oscuro. Esta es la carta que saco, que tenía guardada: no solo soy una mujer dramática, sino que esta también soy yo. Aquí está la luminosida­d y la ternura: las tenía guardadas y todo eso lo he sacado ahora en tiempos convulsos para mi estreno en Madrid.

¿Qué planes tiene para estos días en España?

Reunirme con gente y convencer a promotores e institucio­nes de que el ‘Proyecto Goya’ tiene que estar presente, que se tienen que involucrar. He pasado mucho tiempo entre el Museo del Prado y la Academia de San Fernando pensando, barajando ideas.

¿En qué consiste su ‘Proyecto’?

Estoy trabajando desde hace tiempo en ‘Los Disparates’ de Goya. Le digo el título, que es casi una explicació­n o un manifiesto, lo dice todo, y son palabras de Goya: ‘Mísera humanidad. La culpa es tuya’.

¿Puede avanzarnos algo más?

A partir de ‘Los Disparates’ hago una interpreta­ción personal en lienzo, en escultura, en instalacio­nes y también habrá creación en videoarte. Será uno de mis trabajos más ambiciosos. Estoy muy ilusionada. Quiero abarcarlo todo. Todo. Una exposición que sea una síntesis de mi mundo, de mis obsesiones y de todo lo que Francisco de Goya me inspira. Lo admiro profundame­nte. Quiero que se vea a la Lita Cabellut que, a través de los blancos y los grises, sale de los negros.

 ?? LITA CABELLUT/OPERA G. ?? La obra ‘Liria’, de técnicas mixtas. Color y hechizo.
LITA CABELLUT/OPERA G. La obra ‘Liria’, de técnicas mixtas. Color y hechizo.
 ?? OPERA G. ?? La artista, ante uno de sus cuadros de ‘La niña en la mirada’.
OPERA G. La artista, ante uno de sus cuadros de ‘La niña en la mirada’.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain