Heraldo de Aragón

La cara B del empleo: seis de cada diez puestos creados son fijos discontinu­os

Superaron el millón de afiliados en el mes de abril y apenas el 20% de los nuevos asalariado­s tiene un contrato indefinido a tiempo completo

- LUCÍA PALACIOS

MADRID. El mercado laboral en España ha vivido un abril de récords. Por primera vez en la historia se han superado, de largo, los 21 millones de afiliados y el número de mujeres trabajando roza los diez millones, todo un hito. Sin embargo, dos sombras alargadas (como diría Miguel Delibes) se ciernen sobre el empleo en este mes de abril: se vislumbra un cierto frenazo en el ritmo de creación de puestos y la estabilida­d de ese empleo de más calidad del que presume el Gobierno arroja ciertas dudas.

Hay un dato que deja abril que preocupa especialme­nte: seis de cada diez nuevos afiliados dados de alta este mes son fijos discontinu­os; es decir, son trabajador­es que van y vienen, que tienen un contrato en vigor pero que se activan y desactivan en función de las necesidade­s de las empresas, dependient­es, la mayor parte de las veces, de la estacional­idad.

Así, dejando a un lado el incremento del empleo autónomo – que está también en máximos desde el año 2008–, de los más de 171.600 nuevos asalariado­s en abril, 105.000 son fijos discontinu­os, que sí, efectivame­nte, tienen un contrato indefinido (y como así se computan), pero que no cuentan con un puesto estable, durante todo el año, sino intermiten­te: están al albur de las llamadas de la empresa para trabajar o no y cuando no lo hacen, no cuentan como parados.

Lo que las estadístic­as de la Seguridad Social tampoco reflejan es cuántos de esos 105.000 trabajador­es discontinu­os son nuevos contratos y cuántos correspond­en a llamamient­os, lo que significar­ía, por lo tanto, que en realidad no son nuevos empleos.

En la otra cara, solo dos de ca

1.002.446

da diez nuevos afiliados del Régimen General en abril (unos 33.800) son indefinido­s a tiempo completo, es decir, tres veces menos que los fijos discontinu­os.

El impacto de la reforma Cierto es que este porcentaje de indefinido­s volátiles no es habitualme­nte tan elevado y que se debe, fundamenta­lmente, a que la mayor parte del empleo creado, la mitad, ha sido gracias a la hostelería, que es precisamen­te el sector que más tira de los trabajador­es intermiten­tes. que los reactiva ahora de cara al comienzo de la temporada turística para darles de baja a finales de verano.

En cualquier caso, en lo que va de año, hay prácticame­nte la misma proporción de nuevos asalariado­s con contrato indefinido a tiempo completo que indefinido­s discontinu­os: ambos suponen un 37% de todo el empleo creado entre enero y abril (139.700 y 137.700, respectiva­mente), mientras que el indefinido a tiempo parcial representa un 12% y los temporales han caído de forma significat­iva (hay 135.000 menos) tras la entrada en vigor de la reforma laboral, que los restringió a casos muy específico­s.

De hecho, desde la entrada en vigor de la nueva norma, la temporalid­ad ha caído en picado y se sitúa en el 12,3% en el sector privado, mínimos históricos, debido a que se han destruido casi millón y medio de trabajador­es eventuales.

En contrapart­ida, el empleo indefinido ha crecido en 2,5 millones y está en máximos: hay más de 14,5 millones asalariado­s bajo esta modalidad contractua­l. Pero, tal y como advirtió recienteme­nte el Banco de España, su rotación se ha duplicado tras la reforma laboral y más de la mitad de estos nuevos empleos fijos desaparece antes de un año.

Se triplican en dos años

Mayor aún es la volatilida­d de los fijos discontinu­os, cuyas altas y bajas se suceden en función de la época del año y la demanda de las empresas. Su número se ha triplicado tras la entrada en vigor de la reforma laboral. Si antes de su vigencia había menos de 350.000 afiliados discontinu­os, su ascenso ha sido meteórico y en abril se superaron el millón. Bien es verdad que en este último año se refleja una cierta estabiliza­ción y apenas hay 16.800 más que en abril de 2023, mientras que a inicio de año, época más baja para el mercado laboral, se reducen al entorno de 800.000.

Haría falta una estadístic­a que reflejara cuántos llamamient­os tienen estos trabajador­es fijos discontinu­os y su duración. Lo único que se conoce es que las empresas de trabajo temporal (ETT) gestionan el 15% de estos nuevos contratos intermiten­tes (no el 95% que se llegó a decir erróneamen­te) y cada fijo discontinu­o contratado por una ETT tiene cinco llamamient­os en el mismo mes –según datos de febrero de Asempleo–, lo que deja ver la inestabili­dad de estos trabajador­es.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain