Las Cortes expresan a la Princesa su «respeto y lealtad» a la Corona
Leonor de Borbón es distinguida con la Medalla de la institución La heredera agradece la oportunidad de conocer la historia y la belleza de La Aljafería
ZARAGOZA. Era la primera cita de la intensa jornada de homenaje que vivió ayer en Zaragoza la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, por parte de las instituciones y la sociedad aragonesa. Muy puntual, vestida con uniforme caqui de cadete de segundo curso, camisa blanca, corbata negra, boina roja y expresión formal y sonriente, llegó al palacio de La Aljafería para recibir la Medalla de la institución, máxima distinción que otorga la Cámara aragonesa.
Fue un acto en el que el Parlamento expresó su «respeto y lealtad» a la Corona, así como el «cariño y reconocimiento» del pueblo aragonés. Leonor de Borbón respondió con emoción y gratitud y subrayó la oportunidad que le daba la distinción de conocer la historia y la belleza del palacio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. Así lo escribió en el Libro de Oro de la Cámara.
En la misma entrada del monumento, fue recibida por el presidente aragonés, Jorge Azcón; la presidenta de las Cortes, Marta Fernández; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el delegado
«Muchas gracias por concederme la Medalla de las Cortes de Aragón en este palacio de la Aljafería, que fue casa de los reyes de Aragón. Una ocasión especial que me ha dado la oportunidad de conocer más su historia y disfrutar de su belleza. Con todo mi afecto, Leonor, princesa de Asturias», escribió Leonor de Borbón. La página firmada por la Princesa llevaba una decoración especial para la ocasión. El pendolista Francisco J. Lázaro Núñez se ha encargado de la ilustración.
del Gobierno, Fernando Beltrán; la Justicia de Aragón, Concepción Gimeno, y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. A todos ellos les hizo el saludo militar y les dio la mano. Posteriormente, pasó al patio de San Martín, donde saludó del mismo modo a los miembros de la Mesa y la Junta de Portavoces del Parlamento.
En el patio de Santa Isabel, espacio en el que tradicionalmente se conceden las Medallas de Aragón y de las Cortes en el día de San
Jorge, los diputados aguardaban la llegada de la Princesa. También estaban allí los expresidentes de las Cortes Javier Sada, José María Mur, Juan Montserrat y Antonio Embid. Faltaron los representantes de las formaciones minoritarias de izquierdas CHA, Podemos e IU, que han expresado su disconformidad con la distinción.
Mensaje institucional
La letrada mayor, Carmen Rubio, leyó el decreto del pasado 10 de mayo por el que la Mesa y la Junta de Portavoces aprobaron la Medalla y que lleva la firma de la presidenta de la Cámara. En el texto se destacaba «el cariño y el reconocimiento del pueblo aragonés, así como el recuerdo imperecedero de un periodo relevante de su vida en nuestra tierra». Además, al entregar la Medalla, la institución quiso subrayar «el sentimiento de lealtad y respeto hacia la Corona y hacia el ideal de servicio que esta institución simboliza».
El decreto incluía una mención al reconocimiento que se hizo en 1986 a Felipe VI, entonces Príncipe de Asturias, quien recibió la primera Medalla de las Cortes también con su uniforme de cadete. Aquel acto coincidió con la colocación de la primera piedra de las obras de restauración de La Aljafería.
Mano en el corazón
La presidenta de las Cortes fue quien entregó la Medalla a la Princesa, momento en el que los parlamentarios dedicaron una sonora ovación. Ella, muy emocionada, se llevó la mano al pecho y dijo gracias a los diputados. Mientras los parlamentarios se desplazaban al patio de las Cortes para hacerse una foto de grupo, Leonor pudo conocer el bello oratorio situado junto al patio de Santa Isabel. Allí conversó con el expresidente de las Cortes Antonio Embid, quien impuso la Medalla a su padre el 10 de mayo de 1986.
Los momentos más distendidos se produjeron tras la fotografía de grupo, cuando todos los diputados rompieron en un aplauso en reconocimiento a la Princesa. Algunos destacaron la «empatía» que transmite la Princesa, así como su sonrisa. Después, Leonor de Borbón pudo conocer algunos de los rincones del palacio, acompañada por Azcón, Fernández y la ministra Robles. Subió la escalinata de los Reyes Católicos, donde mostró su curiosidad por el árbol genealógico de los reyes de Aragón.
Después accedió al salón del trono, donde firmó en el Libro de Oro, ilustrado para la ocasión por el pendolista Francisco J. Lázaro Núñez con motivos alusivos al evento y el valor histórico y artístico del lugar donde se desarrolló. En el texto agradeció la concesión de la Medalla «en este palacio de la Aljafería, que fue casa de los reyes de Aragón». Escribió que era «una ocasión especial» que le dio «la oportunidad de conocer más su historia y disfrutar de su belleza». De ahí pasó a la Torre del Trovador a través del palacio de Pedro IV y bajó a la antigua entrada para asomarse al aljibe de origen musulmán.
Durante el recorrido, la presidenta de las Cortes le explicó algunas de las actividades que se desarrollan en el palacio, así como el importante número de visitantes que recibe todos los años. También se le dieron detalles de la gran exposición sobre la obra del pintor Francisco de Goya que albergará el palacio de la Aljafería. Al final, cuando salía por el patio de San Martín para desplazarse al Ayuntamiento de Zaragoza la Princesa de Asturias mantuvo un encuentro con los trabajadores de la Cámara, con los que posó para una fotografía.