Historia de Iberia Vieja Monográfico

Felipe VI, el rey calmado

- Bruno Cardeñosa Director @HistoriaIb­eria

EL NÚMERO EXTRA – y ojalá extraordin­ario para vuestro gusto– que hemos preparado intenta ser un fiel recorrido por la historia de nuestro país a través de los diferentes monarcas que hemos tenido. Resulta imposible hablar de todos y cada uno de los reyes que ha habido en España, pero hemos reunido un puñado relevante de monarcas y algunos de los hechos –a veces no los más conocidos, pero no por eso menos importante­s– que protagoniz­aron. Nuestra misión, como con cada número, es ofreceros elementos desconocid­os sobre el pasado. Esperamos haberlo conseguido. Descubrir que hubo un rey –Alfonso I– que entregó sus bienes a los templarios o que el más poderoso de todos los tiempos –Felipe II– intentó conquistar China para unir el territorio amarillo al Imperio no son informacio­nes que estén en los libros de texto, pero sí acontecimi­entos que nos ayudarán a conocerlos mejor. Que sepáis más sobre nuestro pasado ha sido, es y será nuestra principal motivación.

Bien podemos decir que la historia de España es un espejo de lo que ha sido la historia del mundo. Nuestro país fue –y es, porque ya jamás existirá una nación que aglutine tanto poder como el nuestro hace medio milenio– uno de los más importante­s del mundo, con lo cual no es de extrañar que seamos el reflejo de un pasado que podemos extrapolar a la totalidad de ese tiempo. Mirando a las monarquías podemos comprobarl­o perfectame­nte. Durante un largo tiempo, todo el poder se concentrab­a en una sola persona, bajo cuyas manos se amasaba un dominio casi global sobre todo el mundo conocido.

Durante varios siglos, gracias especialme­nte al descubrimi­ento de América, España fue la cabeza del mundo. Luego, a medida que pasaba el tiempo, la evolución lógica hizo que los monarcas fueran compartien­do el poder con los representa­ntes del pueblo, de modo que unos y otros ocuparon un lugar determinad­o y tuvieron atribucion­es diferentes. La diferencia entre Carlos V, Isabel II o Felipe VI es evidente, porque la credibilid­ad de cada monarca es saber dónde se encuentra y hasta dónde puede llegar. Esta es la clave, quizá, del éxito popular, en cuanto a imagen y crédito, del actual Rey.

El año 2014 ha sido un año de cambios para la monarquía española. Hemos vivido una abdicación y la consagraci­ón de un nuevo Jefe de Estado que, pese a su cargo, ha asumido que su perfil debe ser mucho más bajo que el de su antecesor y sus acciones milimétric­amente institucio­nales. En pocos meses, lo que no ha hecho – mucho más que lo que ha hecho– ha sido la clave para calmar los ánimos de una población que cada vez se encontraba más alejada de la Casa Real. El gran éxito de Felipe VI ha sido, sin duda, haber acaparado la atención justa en los medios de comunicaci­ón, en un tiempo en que mantenerse al margen se ha convertido en una tarea muy complicada. Esa actitud, sus palabras justas y correctas, y sus acciones discretas y sin mácula, son las que posiblemen­te estén salvando a la monarquía y perpetuánd­ola, ya que –y, si no, hagan memoria– el intenso debate que hubo hace poco tiempo entre monarquía y república, sobre el que nosotros no entramos, ha quedado relegado a un segundo plano y ya casi parece lejano en el recuerdo. Así pues, viviendo los tiempos tan importante­s que vivimos, este número especial resultaba necesario y oportuno. Como decía al comienzo, ojalá lo disfrutes. Ese será nuestro éxito.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain