Historia de Iberia Vieja Monográfico
Juego de tronos
Venganzas en la Castilla medieval
Lo que aquí narramos parece surgido de la pluma de Shakespeare, pero todo lo que pasó en aquellos reinos españoles del Medioevo es real. Asesinar al hermano a sangre fría o conspirar contra el propio padre formaba parte de lo cotidiano.Y uno de los periodos más convulsos y apasionantes de este juego de tronos se dio en Castilla durante los reinados de Alfonso XI y Pedro I.
Nacido en Salamanca en 1311, ya desde la cuna hubo de percibir el futuro Alfonso XI la mala sangre y la perversidad que acompañan al deseo de poder. Porque apenas un año después de su nacimiento moriría misteriosamente su padre Fernando IV el Emplazado. Y ya se sabe que los cadáveres, más aún si son de alta alcurnia, atraen al instante a las aves carroñeras. Fueron no pocas las trifulcas para hacerse con una regencia codiciable, que se resolvieron a partir del año 1313, siendo fundamental en el ejercicio como tutora su abuela, María de Molina. Su ascenso al trono coincidiría con la mayoría de edad. El año: 1325. Pronto dio muestras Alfonso de su nervio y vehemencia, de su actitud autoritaria y de una promiscuidad que, en cierto modo, definirá las enemistades políticas de las próximas décadas.
A Alfonso no le tembló el pulso para tratar de evitar que una de las habituales traiciones de la época hiciese saltar su corona por los aires. Pugnó por mantener Castilla unida bajo su mandato y para ello hubo de acabar, con saña si hacía falta, con los nobles levantiscos que quisieron hacerse con su poder. Hubo de hacer frente a actitudes levantiscas de personajes del empuje del rey Alfonso IV de Portugal –padre de su esposa, convirtiéndose este lazo en uno de los motivos de su belicosidad– o Juan Yánez de Castilla el tuerto, sobrino segundo en este caso del rey, y al que mandó asesinar en la ciudad zamorana de Toro.
Hijos, hermanos, sobrinos, consuegros o tataranietos eran asesinados sin miramientos si iban contra los intereses del monarca y ellos mismos no dudaban en conspirar para apartar de la corona a quien la ostentase por mucha ligazón parental que existiera entre ellos. A buen seguro que el veneno era un ingrediente común en el menú de las cenas familiares en la Castilla regia y medieval.
Escribíamos que Alfonso IV de Portugal había actuado en diversas ocasiones en contra de su yerno. Además de negarse a colaborar con él en algunas campañas de la Reconquista, llegó a poner sus fuerzas al servicio de algunos de los nobles que intentaron derrocar a Alfonso XI. Tal animadversión tenía mucho que ver con el adulterio de su yerno, con la deslealtad amorosa con que el rey de Castilla castigaba a su esposa, hija de Alfonso IV. MATRIMONIO ENTRE NIÑOS Vamos a empezar por el primer, e imberbe, matrimonio de Alfonso. Se iba a celebrar en 1325. Sí, suman bien. Alfonso tenía 14 años, acababa de alcanzar la mayoría de edad. Pero es que su esposa, hija del poderoso infante don Juan Manuel, y de nombre Constanza Manuel de Villena y Barcelona, no llegaba a los diez, contaba tan solo con nueve cuando las Cortes de Valladolid ratificaron el casamiento. Sin embargo iba a ser un enlace breve. Apenas dos años.
El joven Alfonso XI advierte la pertinencia de establecer un vínculo con Portugal,