Historia de Iberia Vieja Monográfico
CUANDO HABÍA ACABADO LA GUERRA CIVIL
El 1 de abril de 1939, el último bastión del gobierno republicano, Valencia, cae en manos nacionales. Oficialmente, tras casi tres años de enfrentamiento armado, se da por acabada la Guerra Civil. España comienza una nueva época, marcada por la necesidad de reconstruir un país que ha quedado destrozado tras los crueles bombardeos, de reconciliar a compatriotas que han visto morir a familiares y amigos por los disparos de sus vecinos, de paliar el hambre y la necesidad que acompaña toda posguerra. Sin embargo, la realidad internacional hará que el país no pueda centrarse exclusivamente en sí mismo. Pocos meses después dará comienzo el conflicto armado con mayor número de víctimas, la Segunda Guerra Mundial.
El mismo 1 de abril, un bando emitido por Radio Nacional de España ratificaba la victoria rebelde: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército Rojo…”. La voz castrense del actor Fernando Fernández de Córdoba se colaría en el imaginario colectivo de la sociedad española durante toda la Dictadura. Fue un tiempo de contrastes. Centenares de miles de españoles abandonaban el país rumbo al exilio, especialmente a Francia y a América, los primeros de ellos ignorantes de que otra guerra –esta global– volvería a cruzarse en su camino. Por otro lado, la alegría, probablemente también el alivio, alcanzaba a la otra España, la victoriosa, que sacó fuerzas de flaqueza para celebrar el triunfo. Los desfiles del ejército franquista se sucedieron por toda la geografía, convergiendo en el de la Victoria, celebrado por todo lo alto en Madrid el 19 de mayo de 1939 y comandado por el mismísimo Franco. Todo Madrid amaneció decorado con fotografías suyas y de José Antonio y cientos de miles de personas aprovecharon que la jornada había sido proclamada festiva –El Día de la Victoria– para acompañar por el centro una grandiosa exhibición militar en la que, según algunas fuentes, llegaron a participar más de 200.000 efectivos. Al día siguiente, se constató el carácter católico del nuevo régimen con un acto en la madrileña iglesia de Santa Bárbara, donde el nuevo Jefe de Estado entregó la espada de la “victoria sobre los infieles”.
Los meses siguientes, dentro de lo extraordinario de una posguerra, el país trató de volver a la normalidad. Un ejemplo: el 25 de junio de 1939, el general Moscardó –en quien había delegado Franco– presidió la final de la Copa de fútbol del Generalísimo, celebrada en Barcelona y ganada por el Sevilla F.C. Pero poco tardaría Europa en volver a ver caer bombas sobre sus casas. Pese a la mayor afinidad a las fuerzas del Eje, España se declaró primero neutral y, más tarde, no beligerante. Para la historia, quedaría la visita de la mano derecha de Hitler, Heinrich Himmler, a España y el encuentro de Franco con el Führer en Hendaya.