Historia de Iberia Vieja Monográfico
Todo empezó el 1 de septiembre. Los aviones alemanes escupían muerte sobre las principales ciudades de Polonia, en especial Frampol, Wielun y Varsovia.
La capital polaca sufrió el exterminio de buena parte de su centro histórico, afectando también a la población civil, en una serie de bombardeos que los nazis justificaron por el hecho de ser una ciudad fortificada. El 9 de septiembre se iniciaría la invasión terrestre. Hasta el día 28 de ese mismo mes, la ciudad resistió, no se rindió pese a haber sido sistemáticamente bombardeada. Polonia en general y Varsovia, en particular, se convirtieron en los símbolos de lo que iba a ser una guerra que no respetaría la historia, el arte, ni, por descontado, a la población civil. Nunca hasta entonces la aviación se había mostrado tan mortal. En apenas un suspiro de tiempo, un vuelo a toda velocidad, y a centenares de metros de distancia de los objetivos, podía causar una destrucción nunca antes vista, una devastación global en la que, eso sí, las víctimas pasaban a ser simples números; no se ven los ojos de un muerto desde las nubes. Si la Guerra Civil española ha sido vista por muchos historiadores como un campo de pruebas de cara al conflicto mundial, los bombardeos aéreos sobre Polonia se convirtieron en la primera campaña sin concesiones desde el aire de la más mortífera guerra de la Historia.