Historia de Iberia Vieja Monográfico
El anticuario PIERRE LOTTIER
El 19 de noviembre de 1945 la Delegación en España del Gobierno Provisional de la República Francesa comunicó al Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la detención
en la aduana catalana del francés Pierre Lottier bajo la sospecha de tratarse de un contrabandista de arte. Y efectivamente lo era. Junto a su socio alemán, Eric Schiffman, Lottier traficaba con antigüedades robadas procedentes de Francia, especialmente porcelana china. Como tapadera utilizaban una empresa de muebles ubicada en Barcelona desde la que distribuían las mercancías ilícitas por toda la península.
Pero ahora Lottier había sido descubierto intentado cruzar a España con un vehículo repleto de diversos objetos de arte y antigüedades. No era la primera vez que sucedía, ya el 27 de julio de 1944 también fue detenido por introducir en España objetos semejantes de forma clandestina, pero en aquella ocasión el pago de una multa de 16.092 pesetas le dejó libre.
Ahora la situación era diferente, con dos países implicados. Aún así, el asunto se resolvió con una nueva multa de 120.050 pesetas y el requiso de las mercancías que acabaron siendo subastadas por el Gobierno español, con lo que las piezas se dispersaron por el país.
La condena no le impidió a Lottier proseguir con sus negocios en España y en los años 50 regentaba una empresa de decoración, restauración, antigüedades y reproducciones en Barcelona. La fama alcanzada le permitió ascender profesionalmente, llegando a recibir encargos como decorar los despachos del director y el secretario general del Instituto de Cultura Hispánica, con sede en la Ciudad Universitaria.