Historia de Iberia Vieja Monográfico
¿ERAN TODOS VOLUNTARIOS?
Aunque las filas de la División Azul se nutrieron fundamentalmente de voluntarios, sus integrantes eran de naturaleza muy diversa, tal como apunta Xosé M. Núñez Seixas en Camarada invierno: “desde soldados del ejército alistados de grado o a la fuerza, voluntarios civiles en busca de una paga extra –según algunas fuentes, se pagaban 7,5 pesetas diarias a las familias de los divisionarios y además estas tenían derecho a doble cartilla de racionamiento– o, en ocasiones, de una oportunidad de pasarse al Ejército Rojo, suboficiales del ejército movidos por su anticomunismo o por el afán de hacer carrera militar. Había muchos estudiantes universitarios, al menos en proporción al número de voluntarios y también obreros industriales, empleados, dependientes, y jornaleros analfabetos”.
Así pues, ni siquiera el hecho de inscribirse voluntariamente era sintomático de una determinada ideología, puesto que las circunstancias de extrema miseria que afrontaba la España de la época obligaban a muchos a buscarse las habichuelas en el campo de las armas. De igual modo, algunos “izquierdistas”, sospechosos en virtud de la Ley de Responsabilidades Políticas, trataron de lavar su imagen para obtener a su vuelta mejores oportunidades laborales, en calidad de excombatientes contra el bolchevismo.