El coste de dañar el Patrimonio Artístico
Sucedió en el Salón de los Embajadores de la Torre de Comares, en la Alhambra de Granada. Una mujer de nacionaludad suiza tuvo la ocurrencia de grabar las iniciales de su nombre y un corazón en la fachada del recinto, lo que obligó a intervenir a la Policía Nacional, tras las correspondientes –y estériles–, advertencias a la infractora por parte del personal de control.
La mujer pasó la noche en el calabozo y, tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 8 de Granada, quedó en libertad con cargos, en tanto finalizaba la investigación y se recibía el informe pertinente del Patronato de la Alhambra, que determinará si su acción constituyó un delito o una falta.
La “moda” de dañar el patrimonio artístico no viene de ahora. Recientemente, un militar de la Real Fuerza Aérea de Jordania fue detenido por unos hechos similares –rayó una pared del Palacio de Carlos V de la Alhambra–, por lo que fue condenado a pagar 320 euros por una falta de daños, a los que hubo que descontar los 300 de la fianza. Es decir, que la “broma” le salió a solo veinte euros.
De acuerdo con el artículo 625 del Código Penal, “serán castigados con la pena de localización permanente de dos a 12 días o multa de 10 a 20 días los que intencionadamente causaran daños cuyo importe no exceda de 400 euros”.
La directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca, ha declarado que este tipo de prácticas son “lamentables” y no “pueden permitirse”, por lo que, a partir de ahora, los paneles informativos a la entrada del conjunto monumental advertirán a los turistas de que dañar su patrimonio constituye un delito.