Brañosera El primer ayuntamiento español
La Carta Puebla que el conde Munio Núñez otorgó en el año 824 a los pobladores de Brañosera hizo que este pequeño pueblo de la provincia de Palencia pasara a la historia. Hoy, más de mil años después, sus habitantes lo celebran con orgullo cada 13 de octubre. E ste mes queremos trasladarles a Castilla y León porque al norte de la provincia de Palencia, en la región conocida como Montaña Palentina, descubrimos un pequeño pueblo, de unos doscientos habitantes, que tiene mucho que decir en lo que al sistema administrativo de nuestro país se refiere, porque Brañosera ostenta el título, con mucho orgullo, de ser el primer ayuntamiento de España.
GRACIAS AL CONDE MUNIO NÚÑEZ
En el año 824, en tierras palentinas de Castilla reinaba Alfonso II El Casto, rey de Asturias y León, que consiguió la consolidación de la primitiva monarquía visigoda. En aquellos tiempos, Castilla era un conjunto de condados, dependientes del reino Astur, y Munio Núñez era el conde de las tierras de Brañosera.
Desde hacía un siglo, la Península vivía la cruenta invasión árabe. Ésta había provocado la huida de los cristianos hacia el norte y muchos de ellos, los que no perecieron por el camino, llegaron a refugiarse en tierras astures, tierras que enseguida comenzaron a sufrir una amenazadora superpoblación. La hambruna comenzó a cebarse con estos “exiliados” e iniciaron la huida hacia tierras castellanas en busca
de una mejor vida. Y llegaban hasta Bra- ñosera, hasta Brannia-ossaria, tierra de brañas y de osos.
Precisamente, para organizar esa repoblación, Munio Núñez concedió la Carta
Puebla a sus súbditos dotándoles de derechos. Les concedió el libre uso de todo el valle con dos únicas condiciones: dar parte de ese uso al que quisiera venir a poblar el valle; y abonar al conde la mitad de la paga que se cobrara a los de las villas cercanas que hubieran apacentado sus ganados en estos terrenos. A cambio, los pobladores de Braña-osaria estarían exentos de vigilancia militar y del servicio en los castillos cercanos.
Así nació el Fuero de Brañosera, la primera Carta Puebla, fechada el 13 de octubre del año 824, que constituye formalmente la primera organización administrativa local, el germen de los actuales ayuntamientos.
En épocas posteriores los habitantes de Brañosera confirmaron su fuero, al menos, en dos ocasiones. En el año 912, lo hizo don Gonzalo Fernández, reforzando esos fueros en la villa que fundara su abuelo el conde Munio Núnez. Y en el año 968, los habitantes de Brañosera volvieron a confirmar sus fueros ante Fernán González –hijo de don Gonzalo Fernández–. Después, parece ser que también