UN PAÍS ENFERMO CRÓNICO
“Desde su privilegiada posición, sus afirmaciones son graves y dramáticas, y convierten estos diarios en un testimonio histórico de primera mano que debe servir para volver a analizar unos momentos históricos desconcertantes”
“Me queda la tranquilidad de cumplir con mi deber y de hacer cuanto puedo, que naturalmente no alcanza a curar milagrosamente contra su propia furia epiléptica, a un país enfermo crónico secular y gravísimo, del mal horrendo de la guerra civil”, escribe el que fuera primer presidente de la Segunda República en unos apasionantes y trágicos diarios. La Esfera de los Libros publica el primer volumen de los tres dedicados a los diarios robados del que fuera primer presidente de la República, Niceto Alcalá-zamora. La peripecia de los diarios da, ya, para una novela de intriga y de misterio. Tras su destitución como presidente de la República, en abril de 1936, y poco más tarde, con el inicio de la Guerra Civil, los diarios desaparecieron. En febrero de 1937 se sabe que estaban en posesión del Gobierno Republicano, pero tras el traslado del Gobierno a Valencia volvieron a desaparecer. Como se cuenta en el libro, un estudiante de arquitectura robó los diarios, que no han vuelto a aparecer hasta muchos años después, cuando al responsable de esta edición, Jorge Fernández-coppel, autor de importantes estudios y biografías sobre este periodo histórico, el hijo de la persona que los había robado intentó vendérselos. La policía los recuperó y, tras otras vicisitudes que se detallan en el libro, fueron a parar a los descendientes de Alcalá-zamora.
Como escribe el historiador Juan Pablo Fusi en el prólogo a este volumen, “es este un texto imprescindible, y en muchos sentidos dramático: son las anotaciones políticas (...) que fue haciendo el jefe del Estado español (...) al hilo de la gravísima crisis que el país vivía en ese momento”. El primer volumen abarca de enero a abril de 1936, uno de los periodos más convulsos, que coincide con la celebración de las elecciones de febrero del 36 y la posterior destitución de Alcalá-zamora como presidente de la República, primero sustituido por Diego Martínez-barrio y en el mes de mayo por Manuel Azaña.
Las anotaciones de Alcalá-zamora son contundentes, rápidas, directas. Presenta una República débil, agonizante, en manos de una izquierda que, como escribe, parecía querer más que nadie una guerra civil para derrotar definitivamente a la derecha. El clima de enfrentamiento fratricida se vio durante la campaña electoral, el mismo día de las elecciones y las reacciones posteriores al triunfo del Frente Popular, aunque Alcalá-zamora confiaba en que esas elecciones podían permitir, como última posibilidad, salir a España del agujero negro en que se estaba metiendo. En sus anotaciones después de los comicios, Alcalá-zamora desconfía incluso de la legalidad del resultado de las elecciones, después de recibir noticias del desarrollo de la jornada electoral, con robos de urnas, amenazas a gobernadores civiles, manifestaciones y todo tipo de episodios violentos, como la quema de iglesias: “Las noticias que llegan por distintos conductos manchan, y además innecesariamente, la ciudadanía electoral del domingo. Entre el apetito de los vencedores queriendo ensanchar abusivamente la victoria, el achicamiento de los vencidos, la claudicación de la autoridad, y el asalto tumultuario de ésta, ha habido en las más de las provincias desde que terminó la votación legal, enjuagues, falsedades y coacciones, determinantes de la resurrección de unas cuantas docenas de candidatos derrotados, que no decide la mayoría, pero contribuye a desnivelarla”.
Aparecen también sus opiniones y críticas a políticos destacados de la República: Largo Caballero, Indalecio Prieto, Casares Quiroga, Gil Robles... Aunque las anotaciones de este volumen finalizan en abril del 36, en ella se aprecia una generalizada desconfianza en el rumbo que ha tomado la República. Desde su privilegiada posición, sus afirmaciones son, por ello, graves y dramáticas, y convierten estos diarios en un testimonio histórico de primera mano que debe servir para volver a analizar unos momentos históricos desconcertantes.
La edición se completa con cartas inéditas y documentos que explican algunas decisiones políticas de aquellas agitados meses. Para La Esfera, editorial que confirma con este libro su generosa apuesta por la historia española, se trata de “un testimonio de incalculable valor que obligará a replantearse la lectura histórica que hasta la fecha se ha hecho de aquel turbulento periodo”.