HOTEL ATRACCIÓN, EL SUEÑO DE GAUDÍ EN LA GRAN MANZANA
Fringe es una serie de televisión muy conocida en los últimos tiempos. Las historias que ahí se narran mencionan cierto universo paralelo en el que, como dato curioso, a veces se ven grandes obras arquitectónicas que fueron imaginadas en nuestro mundo pero que nunca llegaron a levantarse. Una de esas obras que aparecen esplendorosas en la pequeña pantalla fue el Hotel Atracción de Gaudí. La historia de este edificio es realmente extraña. Precisamente el mismo año en que fallecía Rafael Guastavino, recibió el gran Gaudí un singular encargo por parte de dos ignotos empresarios de los Estados Unidos que estaban de paso por Barcelona. Nunca se supo quiénes fueron, pero lo que sí se sabe es que Gaudí trabajó seriamente en la propuesta. Su edificio, el Hotel Atracción, hubiera sido el edificio más alto del mundo en su tiempo. Se construiría en Manhattan, con 360 metros de altura, formas redondeadas, inmensos espacios interiores para galerías de arte, teatros y auditorios, salones con techos de casi quince metros de alto y un inmenso mirador en lo alto de unos 125 metros de alto. El resto sería un lujoso hotel, todo un símbolo para la ciudad de Nueva York. De haberse llegado a construir, se hubiera convertido en uno de los edificios más célebres de todo el planeta. Por desgracia, la idea no pasó de los bocetos iniciales.