HISPANOS FUERA DE HISPANIA
Llama la atención la escasez de gladiadores procedentes de la misma Hispania, hecho que puede atribuirse al escaso número de gladiadores reclutados en esta provincia del imperio. Según las inscripciones que se han podido descifrar en los epitafios, se sabe que uno de ellos era cordobés (luchador al modo de Sagittarius), uno gaditano (Smaragdus), uno de Palencia (Aracynthus, probablemente de origen griego que adquirió la ciudadanía hispana en la lucha contra los vacceos), y otro hispano (Quinto Vettius Gracilis), sin especificar su origen. La lápida del primero de los gladiadores hispanos conocidos fuera de Hispania se encontró en Briscia (actual Brescia) y corresponde a un gladiador que utilizaba la armadura de murmillón hoplómaco. Según la inscripción, el gladiador respondía al nombre de Smaragdus, por lo que, probablemente, era un esclavo al que su esposa (pareja) dedicó el monumento. En cuanto a la morfología de la inscripción, esta está escrita en caracteres descuidados y, como dato reseñable, no aparece en la misma ni la familia gladiatoria a la que pertenecía ni el número de combates que lidió ni la edad a la que murió; no obstante, su familiar sí que se preocupó de especificar que el gladiador era gaditano aunque encontrara la muerte en Italia. Otro gladiador que halló la muerte fuera de nuestras fronteras fue Quinto Vettio Graci, un hombre libre como demuestran sus tria nomina (tres nombres) de todo civis Romanus (ciudadano romano). Su lápida fue encontrada en las cercanías del anfiteatro de Nemausus (actual Nîmes, Francia). Aquí la información suministrada por la inscripción es más extensa, pues se sabe que luchaba al modo thracio, que murió a los veinticinco años y que ganó tres coronas triunfales; aunque no sabemos las veces que luchó para conseguirlas. Como dato diferenciador, el donante de esta lápida no fue ningún familiar sino su doctor, es decir, su maestro, L. Sestius. Cada modalidad de lucha tenía un maestro específico (una especie de entrenador de la actualidad). Así se conocen los doctor Thraecium, doctor murmillonum, doctor secutorum o doctor hoplomachorum. Por último, nos encontramos con un gladiador cuya lápida fue encontrada en Roma, la correspondiente a Aracyntho, nombre probablemente relacionado con el culto a Apolo, nacido en Pallantia (la actual Palencia). En la inscripción se cita su nombre como Marco Ulpius Aracynthus, curiosamente el mismo patronímico que llevaba el emperador Trajano, por lo que se puede deducir que estuvo a su servicio y ganó la ciudadanía tras haber sido reclutado en la región de los vacceos. Aunque no se conoce ninguna cohorte de vacceos, es altamente probable que existiera, puesto que nos han llegado noticias de cohortes de pueblos vecinos como vetones o arévacos. El dato del emperador bajo el cual realizó sus servicios nos permite datar la inscripción en el siglo II d.C. La armadura utilizada por el palentino era la perteneciente a la modalidad de los retiarii, es decir, tocado con un tridente y con una larga red como medio protector. El único gladiador hispano encontrado en Roma combatió nueve veces en el ludus imperial y murió a los 34 años.