Talgo, la brillante idea que revolucionó el mundo del ferrocarril
Hablamos de uno de los grandes inventos del siglo XX. España fue de los primeros países en desarrollar un sistema ferroviario de primer orden. Para ello, la aportación de grandes sabios fue fundamental. Uno de ellos es Alejandro Goicoechea, el creador del
Talgo. Abreviatura de: tren articulado ligero Goicoechea Oriol. Tren articulado ligero compuesto por remolques de poca longitud apoyados sobre un juego de dos ruedas común a dos remolques consecutivos; el bogie y el eje montado están sustituidos por ruedas independientes. Definición de “Talgo”, tal y como aparece en el Diccionario del tren, de Mario León. Edición de 1999. Pocas veces una palabra relacionada con la tecnología puede resultar más evocadora. Si hemos decidido comenzar este recuerdo escrito sobre el inventor del más célebre de los ferrocarriles españoles con una aparentemente aséptica definición de diccionario, ha sido porque en ella se contiene todo lo que el Talgo ha sido y es. Es una palabra que todos los españoles conocen y que resuena solemnemente en medio mundo. La abreviatura, como bien digo, contiene en sí misma el concepto técnico que se encuentra detrás de la invención de Goicoechea y, también, la historia del artilugio, por lo que pocas veces un acrónimo puede mostrar más información con tan pocas letras. En los instantes en que me encuentro redactando estas letras estoy a bordo de un Alvia entre Bilbao y Valladolid. ¿Acaso puede haber mejor escenario para recordar a uno de los revolucionarios del mundo del tren como fue Alejandro Goicoechea?
LA ESENCIA DE LOS TALGO
Los trenes Talgo, con sus característicos coches más cortos y bajos que los usuales, han recorrido las vías españolas y de otros países de todo el mundo durante décadas con gran éxito. ¿A qué se debe que hayan llegado a lo más alto? Esta criatura mecánica ideada por Alejandro Goicoechea y financiada en sus primeros tiempos por José Luis Oriol Urigüen, vino a dar vida con los años a una empresa que todavía hoy cosecha reconocimiento internacional: Patentes Talgo. La empresa se fundó en 1942 para llevar al mercado el tren diseñado por Goicoechea, aunque realmente no lograron comercializar ningún ferrocarril de forma más o menos continuada hasta los años cincuenta. Todo el tiempo hasta llegar ese despegue fue dedicado a la investigación y el desarrollo de prototipos, cada vez más perfeccionados. Desde entonces Patentes Talgo ha diseñado y fabricado multitud de variantes, o ra-