EL EXPOLIO ARTÍSTICO ESPAÑOL
Fantástico libro sobre el expolio del arte español desde 1800 a 1950 en el que se dedica una atención muy especial al multimillonario norteamericano W. R. Hearst, aquí llamado “El Gran Acaparador”.
No se trata de un magnate más sino de alguien que se convirtió a golpe de talonario en el mayor coleccionista de arte de su tiempo. Hearst no sólo es famoso por sus facetas de empresario multimillonario y de coleccionista de arte; fue también el personaje en el que se inspiró Orson Welles para su ya mítica película Ciudadano Kane, que estrenó en 1941, diez años antes de la muerte de Hearst en 1951, cuando ya había disminuido bastante su poder, pues el crack del 29 pasó mucha factura a su fortuna.
La primera parte de este libro, pues, está dedicada al expolio que tuvo lugar en España desde 1800 hasta la Guerra Civil. Un capítulo muy especial tiene que ver con las consecuencias, dramáticas, de la desamortización de Mendizábal, que puso en las manos de grandes fortunas americanas una buena parte del tesoro artístico español, la mayor parte de él presente en las iglesias, monasterios y lugares religiosos.
La segunda parte está dedicada a las actividades del magnate W. R. Hearst, quien contó para sus intereses con la colaboración de importantes entendidos y marchantes, como el agente Arthur Byne. Hearst se especializó en la compra de tapices, cerámicas, armaduras, artesonados... Con muchas dosis de desmesura y excentricidad, acaparó miles de piezas artísticas, que compró la mayor parte aprovechándose de las circunstancias históricas y de la ignorancia, aunque también recurrió a subastas nacionales e internacionales para ampliar sus tesoros, con los que decoró sus casas norteamericanas y guardó en almacenes para otros proyectos que luego no llegó a culminar.
El libro contiene todos los detalles de estas operaciones y describe el destino de obras emblemáticas, como la compra y exportación del Monasterio de Sacramenia (hoy en Miami), el de Óvila, la reja de la catedral de Valladolid y otros cientos de objetos artísticos.
Los autores señalan que, aunque se ha cambiado bastante en la percepción y conservación de los tesoros artísticos españoles, todavía hoy conviene estar alertas para que no vuelva a repetirse el expolio que se dio en España durante tantas décadas. A pesar de todo, los tesoros conservados son ingentes, pero todavía podrían ser más; “sólo hubiera sido preciso –como escribe los autores– que la perniciosa asociación de ignorancia, desidia, codicia y una mal interpretada modernidad, no hubieran obrado a su libre antojo durante cerca de dos centurias”. La destrucción del patrimonio artístico español José Miguel Merino y María José Martínez Cátedra. Madrid (2012) 704 págs. 32 euros.