UNA DE NINJAS
No debemos obviar las literaturas de países ajenos a Occidente si no queremos perder el placer de experimentar otros valores estéticos. En Los ninjas de Kôga, de Yamada Fûtarô (1922-2001), la literatura nipona nos regala una historia muy emocionante, ambientada en la época feudal y que fue la base del manga Basilisk. En un contexto histórico en el que la sucesión del shôgun Tokugawa estaba en el aire, éste fomenta una lucha a muerte entre dos facciones rivales para decidir su sucesión. A la manera de las familias antagónicas de los Montesco y los Capuleto, Fûtarô nos introduce en las cruentas luchas entre los clanes ninja (especialistas de la espada) de Kôga y de Iga. Gennosuke, varón, y Obaru, mujer, son los herederos de los clanes en discordia, y el romance entre ambos está servido. La novela adquiere una dimensión romántica que se fusiona con la épica. A esta dimensión contribuye de forma decisiva el creciente protagonismo que cobra la Naturaleza, que simboliza la libertad de amar en oposición al tradicional autocontrol de las emociones de los guerreros ninja. Esta novela, la primera de Fûtarô, vio la luz como libro en 1959 y tiene un carácter marcadamente visual, al igual que el resto de la obra del autor, lo que explica que varios de sus títulos hayan sido llevados al cine.