La catedral del mar
Con el advenimiento del siglo XII, la mentalidad europea sufre un cambio radical, que relega la introspección anterior para asomarse a unos espacios de mayores dimensiones. La arquitectura gótica es el reflejo más egregio de ese tránsito desde el románico y viene marcado por la aparición de templos con mayor número de ventanas (vidrieras), y, por tanto, con una mayor ventilación y claridad. Al principio, los edificios góticos se encontraban en un medio rural y eran, principalmente, monasterios de distintas órdenes religiosas, primero en Francia y más tarde en España, tras cruzar la frontera natural de los Pirineos. No hay que desdeñar la importancia que tuvo en este fenómeno la aparición de la orden del Císter, una orden monástica que cambia el panorama de la religiosidad europea ya a finales del siglo XI. Después, en el llamado gótico clásico el interés artístico se traslada a las ciudades, donde se construyen las piedras angulares del arte gótico, es decir, las catedrales. Este estilo se mantuvo prácticamente intacto durante el resto de la Edad Media, si bien a principios de la Edad Moderna el gótico no había dicho aún su última palabra y, en fechas tan tardías como el siglo XVI, se alzaron edificios tan conocidos como la catedral de Segovia, la catedral nueva de Salamanca o la última fase de la catedral de Sevilla.
Basílica de Santa María del Mar. Este templo es tan sobresaliente, que no falta quienes lo “elevan” a la categoría de catedral; si bien la basílica de Santa María del Mar no es sede arzobispal, sino la iglesia parroquial del barrio de La Ribera. Se trata de uno de los mayores exponentes del arte gótico de la Corona de Aragón. Sus obras comenzaron en 1328 y concluyeron en 1383. Obra de los maestros Berenguer de Montagut y Ramón Despuig, es una de las cimas del gótico catalán, estilo que primó en la Corona de Aragón entre los siglos XIII y XV. De fisonomía robusta e interior austero, con sólidas columnas octogonales, sobrios óculos y ventanales por doquier, la basílica ha incrementado su popularidad en los últimos años merced a la novela de Ildefonso Falcones La catedral del mar.