La guerra de los príncipes de 1552
Carlos V intentó crear una especie de religión católica reformada que incluía algunos preceptos de los Luteranos y que debía aprobar el Vaticano enTrento, pero el Papa se negó, y también algunas ciudades protestantes del norte de Alemania, como Bremen o Magdeburgo. Contra ellas envió el emperador a su aliado protestante Mauricio de Sajonia. Este, que había sido tachado de Judas por los luteranos por apoyar al imperio, se había convertido en el príncipe protestante más poderoso, y vio una oportunidad de redimir su reputación convirtiéndose en el nuevo líder de la facción luterana. Así, en una de las mayores traiciones de un siglo que había visto muchas, Mauricio aparentó someter las ciudades rebeldes del norte, para, una vez integradas sus tropas en su propio ejército, formar una nueva Liga protestante, y marchar sin previa declaración de guerra con 30.000 hombres contra el emperador, que, desprevenido y sin ejército, se hallaba en Innsbruck. Carlos mandó a su hermano Fernando a tratar de descubrir las intenciones de Mauricio, pero éste, tras derrotar a 4.000 alemanes que vigilaban los pasos alpinos, entró en Innsbruck justo cuando el emperador huía en litera a toda velocidad. Sin embargo, una vez repuesto en Carintia, en la actual Eslovenia, Carlos V comenzó a reclutar sus ejércitos a lo largo de todo el imperio. Viendo la partida perdida, Mauricio cínicamente preguntó a Fernando si quería seguir negociando, y cambió de bando. Carlos V aprovechó que Francia, el papado y los Otomanos le habían vuelto a declarar la guerra para incitar el incipiente nacionalismo alemán y obtener de nuevo la alianza de los protestantes. La guerra fue dura y a pesar de reveses como la pérdida de Metz, fue finalmente acabada por Felipe II en 1559 de forma victoriosa, quedando Francia relegada a un segundo plano durante los siguientes 40 años. Mauricio murió en en el curso de una batalla, de modo que Carlos V no sólo venció de nuevo a los protestantes rebeldes, sino que se libró también de Mauricio, un príncipe demasiado peligroso para sus intereses...
de Sajonia