Presentes en todas las culturas
A LO LARGO DE LA HISTORIA, los eunucos han recibido diferentes nombres: “los kurgarru sumerios, los assinnu acadios, los ishtaritu babilonios, los saris asirios, los enareos escitas, los galli romanos, los megabices efesinos, los ektomias lidios, los valesianos palesinos, los al-hasi cordobeses, los spadones bizantinos, los sida-sida malayos, los sandali otomanos, los tuqam chinos, los skoptsy rusos y los klibás indios”. Estamos ante una realidad más extendida de lo que parece y que ha adoptado diferentes costumbres en cada una de estas culturas. Aunque hay eunucos que lo fueron por voluntad propia, la mayoría fueron forzados, práctica que, como comenta el autor, sigue existiendo en algunos pueblos africanos en 2010 y que, como han denunciado algunas ONGS que trabajan en Tanzania, Mali, Camerún y otros países del continente negro, practican algunos hechiceros que practican la brujería muti, que utilizan los genitales amputados de hombres albinos para practicar pócimas sexuales.
El periodista y escritor José Antonio Díaz Sáez investiga sobre este fenómeno y proporciona, esquivando los tópicos con una trabajada documentación, un ameno recorrido histórico por la “historia universal de los castrados y su influencia en las civilizaciones de todos los tiempos”. Como suele decirse, la realidad supera ampliamente la ficción./