Un relato fundacional
“YO HE SUFRIDO la crueldad y maldad de este mundo. He pasado por cosas que muchos serían incapaces de creer”, escribe al inicio del capítulo IV el narrador y protagonista de esta desgraciada historia con la que su autor, Jiang Guangci (19011931), se convirtió en uno de los autores más leídos durante las décadas de los años 20 y 30.
Estamos en los años veinte en China. Allí ha nacido el Movimiento de la Nueva Cultura, al que se adscribe su autor. Este Movimiento busca liberar la literatura y la política de los valores confucianos y acercarla a la realidad social y política que se había inaugurado con la victoria de la revolución comunista en Rusia. Guangci ingresó en el Partido Comunista chino en 1921 y en 1924 estudió en la Universidad de Moscú. Su primera novela, El joven de la vida errante, como escribe Blas Piñero, traductor y autor del prólogo, es “el relato fundacional de la literatura china revolucionaria y proletaria”. Guangci la publica cuando estaba más en boga un tipo de literatura estecicista, alejada de la realidad revolucionaria.
El autor elige la fórmula de una larga carta en la que el joven Wang Zhou describe su vida desde que se quedó huérfano, su vagabundeo, los trabajos que consiguió y el permanente contacto con la injusticia y la represión. Tras muchas penalidades, Wang decide implicarse políticamente.
Excelente recuperación de uno de los grandes autores de la literatura china del siglo XX. Su prematura muerte en 1931 por tuberculosis frustró una ambiciosa trayectoria literaria de la que esta novela es una buena muestra./