La foto de Estados Unidos y Cuba… con España detrás
UN INTERCAMBIO DE PRISIONEROS, el sello inconfundible de la Guerra Fría, aunque en esta ocasión no fuera con nerviosos soldados de los dos países a los lados de un puente de Alemania, ha prendido la llama para el fin del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba tras 50 años de un sistema de sanciones en el que España ha tenido un papel estelar.
Fidel Castro decretó tres días de luto en Cuba tras la muerte de Franco, algo que no hizo con Mao Tse-tung. Los dictadores eran enemigos ideológicos, pero cada uno iba a su rollo. Estados Unidos no consiguió impedir el intercambio comercial tan importante para la isla ni que la compañía aérea Iberia uniera Cuba con Europa.
Tampoco hay que olvidar que el presidente Adolfo Suárez osó visitar La Habana en 1978 y crear una relación personal con Castro. Había bloqueo yanqui, pero España seguía apoyando a la manera comercial que la isla más necesitaba.
La etapa de Felipe González fue de cercanía ideológica, pero se suscitaron los primeros problemas. El presidente español fumaba los habanos que le enviaba su amigo cubano, pero tuvo enfrentamientos que en algunos momentos congelaron las relaciones políticas, como la entrada a tiros de policías en la embajada española en 1990. Tener una ideología similar fue más difícil de llevar que cuando no la había años antes. Otro hito de esta época: en los años 1982-1996 fueron incontables las expulsiones de espías cubanos de España.
En el último decenio, el CNI español jugó fuerte en la isla apoyando a un grupo de políticos que quería hacer la transición sustituyendo a Raúl Castro. El contraespionaje cubano lo descubrió y los expulsó a todos. Quizás por eso, quizás por otros motivos, la distensión actual ha empezado con Obama y… España, aunque desde la época de Franco siempre estuvo ahí, no ha salido en la foto.
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