La parte oscura de la Ley de Aministía
de 1976 se proclamó en España una Ley de Amnistía parcial firmada por el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno Adolfo Suárez. Acababa de empezar la Transición y se pretendía destruir barreras a la reconciliación. Se indultaban los delitos y faltas de intencionalidad política y opinión que no hubieran puesto en peligro vidas humanas. Como no pareció suficiente, un año después, el Congreso de los Diputados aprobó una más amplia Ley de Amnistía total para todos los hechos y delitos de intencionalidad política ocurridos entre el 18 de julio de 1936 y el 15 de diciembre de 1976. Empujada por el PSOE y el PCE, respaldada por la UCD, PNV y CIU, y con la abstención de Alianza Popular y Euskadiko Ezkerra, pretendía conseguir una reconciliación nacional entre los bandos que se habían estado matando.
Fue una medida trascendental de nuestra historia, necesaria para cerrar viejas heridas. Para muchos fue duro que salieran a la calle los presos de ETA y para otros que los verdugos del franquismo quedaran impunes. Si bien es cierto que muchos etarras volvieron a matar y acabaron de nuevo en la cárcel, poco se habló en su momento de los amnistiados de la extrema derecha. Y aquí surge el problema.
La izquierda no previó que el paso de los años y la apertura de puertas y ventanas de nuestro pasado, llevara legítimamente a miles de personas a pedir explicaciones sobre las barbaridades cometidas durante el franquismo y la Guerra Civil. Entonces surgieron las reivindicaciones de grupos de derechos humanos en contra de la Ley de Amnistía, que se metía en un terreno que no debía: los delitos de lesa humanidad, como genocidio y desaparición forzosa ocurridos durante la Guerra Civil y la Dictadura. Esos delitos no prescriben y nunca deberían haberse incluido en la Ley. Un grave fallo de los diputados en la Transición que de alguna forma habría que arreglar.
uno de los periodistas de inves tigación más respetados del país, es una de las voces más importantes del programa La rosa de los vientos de Onda Cero. Autor de más de una decena de libros, el último de sus trabajos es El Dosier del Rey (Roca).