¿Saltó Elisa Garnerin en paracaídas sobre Madrid en 1810?
los espectáculos con globos fueron evolucionando, más que nada porque lo llamativo y novedoso termina por aburrir cuando se repite demasiado. Ya no se trataba de ascender en globo, o incluso de viajar distancias más o menos grandes, la apuesta por el riesgo debía aumentar.
Aquí es donde entra en escena André Jacques Garnerin, aventurero empeñado en convertirse en el primer paracaidista de la historia. Saltó con éxito desde un globo de hidrógeno en París, el 22 de octubre de 1797. La cosa era arriesgada, porque Garnerin no había caído en la cuenta de necesitar una válvula para el aire, tal y como fuera propuesto por el astrónomo Joseph Jeôme Lalande. Así las cosas, el primitivo paracaídas era muy inestable, lo que hacía suspirar al público ante las extrañas evoluciones de la caída de Garnerin al suelo.
Ya con un modelo más perfeccionado, y con válvula, se cuenta que la esposa de Garnerin, que atendía al nombre de Jeanne Genevière Labrosse, fue la primera mujer en saltar en paracaídas. Aquello añadía un elemento de asombro a los espectáculos. Una sobrina de André, o hija según otras fuentes, se convirtió al poco en celebridad mundial saltando en paracaídas en todo tipo de espectáculos con globos. Se llamaba Elisa Garnerin y, de visita por España, protagonizó un célebre salto en paracaídas, ¿o no fue así? Por alguna razón, seguramente al arrastrarse cierto error en las copias de notas impresas, se menciona en muchas fuentes que el 26 de abril de 1810 Elisa Garnerin realizó con éxito su salto sobre el Parque de El Retiro. Atendiendo a fuentes de la época, parece ser que no fue así. Por ejemplo, he aquí lo mencionado en el Semanario Pintoresco Español el 24 de julio de 1836:
En octubre de 1797 Garnerin se elevó en Paris para bajar en paracadas. Llegado à la altura de 300 toesas dejó el globo, y aunque la caida fue en estremo oscilatoria no le impidió llegar felizmente á tierra. El mismo aeronauta y su hija la señorita Elisa repitieron felizmente esta esperiencia en los años sucesivos, mas aunque por los de 1816 ó 17 intentaron hacerlo en esta capital llamando al Retiro à toda la poblacion, fueron inútiles sus esfuerzos para henchir el globo, quedando el público matritense privado de tan deseado espectáculo.