Roque Guinart es un nombre ficticio utilizado por Miguel de Cervantes para referirse a un bandolero catalán que conoció al famoso escritor
Sin embargo, todas las acciones de las autoridades a la hora de atrapar a Pere Rocaguirnarda son infructuosas debido a la gran pericia que demuestra, a su conocimiento extraordinario del terreno en el que se mueve y, quizá esto sea lo más importante, a la red de colaboradores con la que cuenta a la hora de ocultarse.
Los años de bandolero de nuestro hombre coincidieron con el virreinado del Duque de Monteleón, quien, cansado de la abundancia de estos individuos en distintos puntos de la zona, mandó al gobernador de Cataluña, Joan de Queralt, a recorrer el territorio a la caza y captura de cuantos bandoleros pudiera atrapar.
En estos años un hecho hace que Rocaguirnarda sea especialmente odiado y declarado “enemigo del Rey”, y es que el 12 de mayo de 1607, en el pueblo de Santa María de Villaleons, Pere y su compinche Joan Gili, mataron a un hombre en una refriega con el Batlle, alcalde real que había acudido a detenerles. A partir de aquel momento, la vida delictiva de Pere Rocaguirnarda se convierte en una espiral de violencia y de persecución por parte de las autoridades. Prácticamente la totalidad del trayecto que separa Barcelona de Girona cayó en manos de nuestro bandolero, hasta el punto de que fue nombrado un comisario real para proteger a los viajeros que iban por dichos caminos y se llegó a tomar la decisión, por parte del Virrey, de recurrir al ejército en Barcelona para tratar de dar caza a Rocaguirnarda.
Sin embargo, Pere y sus hombres cuentan con muchos colaboradores y protectores que, en pueblos como