Un comunista alemán
Renn (1889-1979), heredero de una familia de la nobleza sajona, participó como militar en la Primera Guerra Mundial en el ejército alemán. Después de la guerra, se inició su trayectoria política, vinculada al Partido Comunista. De su experiencia en la Gran Guerra publicó su testimonio Guerra, publicado también en la editorial Fórcola en 2014. Era un hombre de letras y de armas, y contó con un reconocido prestigio como intelectual. Viajó a la URSS y a diferencia de otros intelectuales que volvieron desengañados, él, como escribe en una muy trabajada introducción Fernando Castillo, “se mantuvo en la más pura ortodoxia comunista”, lo que sería habitual en toda su vida.
Tras pasar una temporada en las cárceles alemanas por su actividad política, se trasladó a España para colaborar en las Brigadas Internacionales. Como era un militar con experiencia, desempeñó importantes cargos y vivió muy de cerca el desarrollo de la guerra. A diferencia de otros intelectuales, Renn estuvo en la primera fila, como se cuenta en estas interesantísimas memorias que ofrecen un luminoso punto de vista sobre muchas cuestiones bélicas y políticas, aunque Renn siempre fue un comunista ortodoxo, fiel al argumentario estalinista, muy evidente en estas páginas cuando se refiere a la labor de los anarquistas de la FAI, a quienes califica de “salvajes” y sembradores del terror, y a los trotskistas./