Viaje a la Prehistoria
TODO relato es un viaje y los viajes que mejor recordamos son aquellos que proyectamos sobre el papel. Historias de la Prehistoria (La Esfera, 2017) es una valiente expedición a un período en el que las piedras hablaban una jerga llena de interrogantes y donde el precio de la luz lo fijaba exclusivamente la Naturaleza.
Quizá porque los especialistas no cesan de enmendar sus hipótesis, esta época nos resulta tan fascinante. La Prehistoria es nuestra infancia, y es natural que volvamos una y otra vez a ella, para tratar de completarnos desde la raíz. No lo conseguiremos nunca, pero hay que reconocer que en las últimas décadas hemos avanzado mucho, en lo que sabemos y en cómo lo contamos.
Dice David Benito (1978) en la introducción de su libro que el hombre moderno no ha hecho sino perfeccionar lo que ya inventaron los cavernícolas, y dice bien. ¿O acaso no hemos visto nunca un capítulo de Los Picapiedra? ¿Nos quedamos con Las Meninas de Velázquez o con los bisontes de Altamira?, nos sondea en un momento dado.
El autor empieza su viaje con una pregunta aún más imperiosa: Por qué y cómo hemos evolucionado hasta convertirnos en Homo Sapiens. Su respuesta, que desde luego no cabe en esta página, es meditada, completa y muy didáctica, y sobre este último valor conviene detenerse. Porque a todos nos gusta tildarnos de divulgadores, pero como David Benito hay pocos.
Historias de la Prehistoria cumple con su palabra: es un libro que nos transmite su amor por el amanecer del hombre y que despierta nuestra curiosidad por unos antepasados a los que ya nos habían presentado formalmente, pero con los que todavía no habíamos compartido siquiera un café.
Y el crupier no hace trampas: plantea el estado de la cuestión, pone sobre el tapete los debates y controversias existentes y nos premia con una sabiduría desenvuelta y en absoluto fruto del azar. Su pasión por la historia es fiable porque parte del detalle y convence con argumentos (y con el ímpetu de la emoción). Desde Lucy al Homo Naledi, David Benito hila un discurso proporcionado y a la última, que va más allá de la descripción morfológica de las especies. Convencido de que el trabajo de los arqueólogos es mucho más emocionante que las ficciones de Indiana Jones, el autor reconstruye los hallazgos más suculentos en este campo y llega, sí, hasta el 13 de septiembre de 2013, cuando unos espeleólogos se toparon con un fósil en una cueva de Sudáfrica, que acabaría constituyendo uno de los descubrimientos más sensacionales de la paleoantropología reciente.
La Esfera de los Libros depura esta joya con un sinfín de láminas a todo color, muchas de ellas de cráneos que parecen mirarnos como si los hubiéramos despertado de su sueño. Y tienen razón. Lo hemos hecho. Pero es que ya era hora de abrir los ojos.