Un libro para atraernos a todos a la historia
LA GENTE que envejece es la que ya nació vieja. Los autores de este libro, David Omar Sáez Giménez, Juan Jesús Botí Hernández e Isaac Alcántara Bernabé, responsables del blog Ad Absurdum, siempre posarán en las solapas de sus libros igual de jóvenes. Aparentemente.
Historia absurda de España. De Granada ‘92 a Barcelona ‘92 es un libro descarado pero solvente, que legitima sus bromas con una documentación implacable, a la que no parece costarle demasiado esfuerzo encontrar las cosquillas a una historia escrita, con harta frecuencia, por estatuas de mármol.
Esta lectura reclama, sí, cierto temperamento: no lo disfrutarán los enfadicas ni los suspicaces que en ocasiones ven “plumeros”, pero sí todos aquellos que no han perdido la capacidad de reírse hasta de su sombra. “No creemos que exista una forma mejor de hacer pedagogía –afirma el trío–, de divulgar la historia, que huir de la historiografía rancia y cavernaria, y hacerlo a través del humor, derribando mitos y tópicos”.
En ese sentido –y en otros– el libro es más que recomendable. Su manera de acercarse a la historia es tan fresca como irresistible. Desde los Reyes Católicos hasta los gobiernos socialistas, Sáez, Botí y Alcántara repasan cinco siglos de nuestro pasado con una mirada desprovista de prejuicios, una sabiduría fatigada en muchas bibliotecas y una prosa cultivada en el bar de la esquina. Su honradez intelectual les impone distanciarse de capillas: ni “leyenda negra” en América ni “leyenda rosa”; y en su teatro de la comedia no se salva ni el apuntador.
Las ilustraciones de José David Morales –miren la de la portada, a la izquierda de estas líneas, para captar su tono– y los innumerables recuadros de anécdotas –que nos instruyen sobre el auténtico origen de la Seguridad Social… ¡en tiempos de Felipe II!, o las incendiarias opiniones de Pilar Franco– amenizan una lectura que es puro goce, tanto para los amantes de la Historia como para quienes todavía no han entrado por ese aro.
Vale preguntarse, pues: ¿y si los chavales hubieran aprendido historia con un lenguaje un poco menos académico?, ¿y si la lista de los reyes godos hubiera sido solo una caricatura? Hablar de tú a tú con la historia, como hace este espléndido ensayo, es viable solo cuando esa ciencia deja de ser una enemiga. Estos graduados murcianos lo han conseguido con creces.