Badajoz, un anticipo de Auschwitz
numerosos los trabajos de la Guerra Civil publicados en los últimos años, pero normalmente la mayoría abordan el conflicto fratricida de forma generalista, ahondando en los lugares comunes. No es el caso de este título emblemático que
La Columna de la Muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz –editado por primera vez en 2003–, del Doctor en Historia Francisco Espinosa, que ha destacado en su relevante papel en relación con la recuperación de la memoria histórica.
Este voluminoso y exhaustivo trabajo no sólo nos descubre la dura realidad de la fase inicial de la Guerra Civil Española, hasta las sangrientas batallas que tuvieron lugar en Badajoz, con un estudio minucioso y desmitificador pueblo a pueblo –aportando a su vez nuevas evidencias documentales–, sino que renueva los estudios sobre la represión, llevándolos más allá del debate sobre las cifras, para ahondar en su naturaleza.
Espinosa nos muestra con la maestría del que sabe de lo que habla que la represión no fue una consecuencia de la guerra, sino una de sus razones explicativas fundamentales y que su aparente irracionalidad cobra un nuevo sentido cuando advertimos que la violencia formaba parte del proyecto inicial de los insurgentes.
Es la naturaleza de la represión, mucho más que sus cifras, por terribles que resulten –el libro va acompañado de un extenso anexo con nombres, fechas y lugares, muy detallado–, lo que hace de Badajoz nada menos que un anticipo de Auschwitz.